12 February 2012

Eggs Benedict

La mejor manera de comenzar el fin de semana: un contundente brunch con este buen plato de huevos.


Eggs Benedict es un plato que consiste en dos mitades de un muffin sobre las que se pone panceta o tocino ahumado y huevos escalfados, cubiertas con salsa holandesa.

Existen varias versiones sobre el origen del plato: Lemuel Benedict, un corredor retirado de Wall Street, reclamaba en el lujoso Waldorf Hotel en 1894 haber encontrado la cura contra la resaca al pedir: "buttered toast, poached eggs, crispy bacon and a hooker of hollandaise" (tostadas con mantequilla, tocino, huevos escalfados y salsa holandesa).

Oscar Tschirky, el legendario maître conocido como "Oscar of the Waldorf", quedó impresionado y lo incluyó en el menú de desayuno, pero sustituyó la tostada por el muffin inglés.

De otro lado, Craig Claiborne en 1967 escribió en The New York Times que el plato fue creado por Commodore E.C. Benedict, un banquero que murió en 1920.

5 comments:

Mario Pablo said...

Como se le ocurre hablar de huevos, mi querido moncheri, en este blog, habiendo ropa tendida, integrando la feligresía un ciudadano que se maneja bolas de de acero inoxidable. No pues, así no juega Perú, como comida pase, como cachimba, de ninguna manera. Ahora bien, queridos escalfados, será verdad que una cosa son huevos de corral y otro los de granja industrial, dicen, no lo he comprobado, que la diferencia es semejante a la que existe entre vegetales tratados con insecticida y vegetales orgánicos. Haber quién sabe algo al respecto, en Lima compro únicamente huevos que distribuye una tía, indicando que sus gallinas son alimentadas con granos naturales. ¿Me estarán haciendo el avión?

Moshe said...

Mi querido pastor, para usted hay una variante de Eggs Benedict en la que en lugar de muffin inglés se usa chapla andina, su pan favorito.

Que fina percepción la suya al detectar que la mención de huevos tenía que ver con nuestro amigo deustuano.

Opiniones encontradas sobre huevos orgánicos. Personalmente, encuentro poca o ninguna diferencia, menos aun si se usan en cocina.

Carlos Orellana said...

El higado de Yehude es un órgano guerrero. Chupa como un cosaco y encima gusta de todas las grasas prohibidas por los cardiólogos. No me extraña que le gusten estos Huevos a la Benedict, que son una patada para el hígado, un culatazo para el estómago y un rodillazo para el colón. Y este cojudo se empuja comidas como ésta todos los días. No hay caso: a quien Dios se lo dió, San Pedro se lo bendiga.
Lo que es Johnny, Nicaragua con semejante menjurje. Muy de vez en cuando como huevos con tocino y ni loco de echarle encima salsa alguna. Gracias a Dios cada día como menos carne y la poca que como es de pescado o muy magra de cabrito, cordero, pollo o ternera. Siempre con abundante ensalada. ¿Será por eso que me veo a menudo con paralítico? Habla, eunuco sionista, caníbal hebreo.

Carlos Orellana said...

Mi querido doctor: el judío es un huevón (hablando de huevos). Sí hay diferencias y notables entre un huevo de corral y otro "industrial". Como no la va a haber si la inocente gallina de corral hogareño come su maicito, su desperdicio de verdurita, su desperdicio de frutita, y nadie le inyecta hormonas, antibióticas y sustancias para colorear los huevos. Además estas gallinas son una damas, solo tiran luego con gallo conocido y galante. Las ponedoras "industriales" son unas prostitutas y unas esclavas estresadas por un productivismo inmisericorde y cruel . Sus huevos son una mierda y terminan en el buche de individuos como Yehude, enemigo de la naturaleza, de la belleza de la vida y de la estética más elemental. He dicho.

Moshe said...

El sátiro aedo me resultó un bárbaro en camino a ser vegetariano. Fuera!

Lo excesos no son recomendables, pero no hay nada más rico que un buen omelette doble de queso, unos huevos benedict (la salsa holandesa, como la bernesa son maravillosas), acompanado de un buen té inglés.

Sacolargo te aguanto, pero encima zanahoria, naca la pirinaca.

Agrego que mi consumo de frutas y verduras es abundante y diario: nada mejor que la col de bruselas, brocoli, espinaca, arvejas.

Para bajarlas: un vodka tonic triple (con Belvedere).