28 April 2013

¿Está huevón?

Una cosa es promover la comida peruana, otra hacer el ridículo.

¿Universidad del combo?  ¿Está huevón?


La inauguración en el sur de la ciudad de una universidad gastronómica cuyos alumnos aprendan a “contar historias” con sus comidas, anunció el conocido chef Gastón Acurio, durante su participación en el Foro Económico Mundial (WEF) en Lima.

Esa casa de estudios forma parte de una serie de proyectos que el afamado cocinero peruano tiene en mente para continuar apoyando de manera sostenida el desarrollo de la industria gastronómica nacional.

5 comments:

Coquin said...

Tranquilo, Manola. Creo que lo que ha querido decir Acurio es que va a hacer una institución de estudios superiores como el Cordon Bleu; por lo demás varias universidades, entre ella la Universidad San Ignacio de Loyola tiene carreras de Gastronomía y administración hotelera. Para mi gusto la universidad no debiera admitir carreras como Contabilidad, Administración, Periodismo o RRPP, pero ya es muy tarde para defender el antiguo concepto de universidad humanista. C'est la vie.

Aldo said...

Manolo, te sorprenderas cuanta gente hace el ridiculo cuando se trata de hacer dinero.

Acurio de cojudo no tiene un pelo, todo lo contrario, tiene que haber estudiado bien el asunto y por supuesto cuanto de guita se trata, h venden hasta guantes para mancos

Moshe said...

Guantes para mancos y bronceador para chinchanos.

Coquin said...

Desde que era chibolo Moshé siempre tuvo miedo de irse a acostar porque creía que había alguien debajo de la cama. Cuando se casó su esposa cansada le dijo: "tienes que ir a ver al psiquiatra".
Y Moshé fue al mejor loquero de Wellington y le dijo : "Doctor,cada vez que voy a acostarme creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. ¿me estaré volviendo loco?"
"En doce meses lo curo, venga a verme tres veces a la semana y te curaré todos esos miedos"
"Y cuánto me cobra doctor?", preguntó el avaro hebreo.
"Barato. Ochenta dólares kiwis la sesión" contestó el doctor.
"Bueno, un poco caro pero si me cura, vale la pena" respondió Moshé.
Seis meses después, se encontró con el doctor en el cine.
"Hey, usted dejó de ir a mi consultorio después de la tercera vez. ¿Por qué no regresó?", le preguntó el especialista.
"Bueno, doctor, ochenta dólares kiwis por consulta, tres veces a la semana, por doce meses es bastante dinero! Encontré un cantinero en el bar donde voy tpodos los días y me curó en una sola sesión por diez dólares! Estaba tan contento con el dinero que ahorre, que me compré un carro nuevo!"
"No me diga", dijo el siquiatra algo molesto. "¿Y se puede saber cómo un cantinero que solo sabe servir tragos lo curó por diez dólares?"
"Me dijo que cortara las patas de la cama! Ahora ya no puede haber nadie ahí abajo!"

Mario Pablo said...

Lo rescatable de Gastón es el compromiso con sus raíces cusqueñas, con la comida nacional, con las múltiples versiones del bitute perucho que todos tenemos en el inconsciente, pero tamizado por la experiencia internacional, pues no por gusto estudió de "ollas y cacerolas" en Europa. Como en muchas cosas, si el emprendimiento no lo fusionamos con el cariño por lo nacional posiblemente extraviemos el camino. Según la hoja de vida de Gastón me parece que lo central para él no es el dinero, que éste es añadidura, por delante está, entiendo, su conexión con la gente, Mistura, evento anual que reúne a todos los comelones del país, rupestres y refinados, es la mejor muestra de estos vínculos