Secuestro al paso

La súbita desaparición de Carlitros ha sido aclarada: fue raptado al paso.
Sus amigos esperamos que se recupere pronto y vuelva al redil.

Me dijo: Cómeme o te quemo...Ahí fue cuando salí jalando..!

A las ocho de la noche del viernes 16 de marzo pasado, en la cuadra dos de la calle Alianza Lima de la urbanización Los Pesqueros en Chimbote, un alto funcionario del Ministerio De La Producción salía corriendo de una casa huyendo de las balas de la hija de la mujer ballena, cuando fue interceptado por un automóvil Nissan Sentra color verde olivo y lunas polarizadas.

Inicialmente nuestro amigo deustuano creyó que venían a auxiliarlo y que se trataba de una intervención policial, pues los seis tipos que bajaron del auto llevaban puestos chalecos antibalas de la PNP, metralletas y pistolas, y se desplazaban como en un operativo.

Carlitros buscó su billetera para sacar su DNI, pero fue interrumpido por un revólver en la cabeza.
-Pásate al asiento de atrás, mierda, le dijo el sujeto.

Los asaltantes le soltaron una ráfaga de preguntas sobre su trabajo, su casa y sus ingresos.
-No tengo familia en Chimbote.  Soy de Matute, estoy solo y no tengo nada de valor, les dijo.

Lo llevaron al banco más cercano, donde Carlitros extrajo todo el dinero que pudo del cajero automático.  Los maleantes lo encerraron en la maletera.  

Durante dos horas escuchó ruidos de llantas chirriando y conversaciones soeces.  Alrededor de las 10 de la noche uno de los hampones abrió la maletera.
-¡Carajo!  Aquí todavía está el otro, exclamó.
-¡Déjalo que se vaya! escuchó vociferar al jefe.

En su lugar metieron en la maletera a otro tipo tan pálido y enternado como él.

Cuando llegó a la comisaría para denunciar el asalto, El Químico se encontró con que otras tres personas reportaban lo mismo.  Dos se habían resistido.  Estaban molidas a golpes.