LA PINTURA DE CARLOS ALBERTO OSTOLAZA

Con el permiso y la anuencia de los deustuanos preferiría presentarles algunos destacados pintores peruanos de nuestra generación. Identificarlos y conocer su valiosa obra no es fácil. Usemos el blog para conocerlos, ya que la obra de grandes pintores europeos o norteamericanos contemporáneos es facil de encontrar en Internet.
Carlos Alberto Ostoloza es hoy uno de los más interesantes pintores peruanos y su obra merece comentarios muy elogios, que hacen justicia a un gran pintor.


"Mi pintura siempre ha buscado exagerar el carácter de las cosas y la gente, en especial los rostros y las manos y sacarle el alma y darles mas vida. Utilizar el negro en el dibujo y sobre todo los colores de los ambientes s6rdidos, a veces repugnantes, que to dan la imagen de un Peru sin crecimiento ni armonía. Me asocio a un expresionismo cinético, le doy movimiento, invento colores, ese es mi aporte al expresionismo, buscando siempre una originalidad, que se da en la obra. Si pinto, zpara que hablo? Mi trabajo, aparentemente no es realista, no reconozco un limeño en mi creación, porque lo desnudo y lo transformo en un cholo universal. Hay dosis de surrealismo, pues tambien me nutro de los sueños para alcanzar una obra original."
Fragmentos extraídos de la entrevista que le hiciera su esposa, la poeta Rosina Valcárcel


"Carlos Alberto Ostolaza (Lima, 1947) es un pintor con trayectoria ampliamente reconocida. Su primera exposición data de 1969, realizada en la Galería Pancho Fierro, a la que han seguido numerosas exposiciones en el país y en el extranjero. Ha merecido diversos premios y distinciones por su trabajo artístico, y es identificado como integrante de “Hora Zero”, en el que contribuyó con su arte en la práctica cultural del grupo.
En su obra se pueden reconocer diversas tendencias, con predominio del expresionismo, signadas siempre por una absoluta libertad del color, una búsqueda constante de nuevas formas, una obsesión por las líneas, sobre todo curvas, y por la incorporación constante de lo onírico y la pintura de personajes expuestos a la soledad y la incomunicación. El color, sobre todo, emerge con tonalidades rotundas, contrastado con grises y claroscuros, haciendo pensar a veces en bugambilias derramadas sobre paredes de adobe, o en coloridos afiches de conciertos populares resaltando en las mortecinas noches limeñas.
Sus pinceladas precisas, vigorosas, se vuelven más nítidas cuando se trata de niños o de bodegones; y se tienden a diluir en los agrupamientos, donde los personajes se presentan como si se sintieran incómodos en presencia de otros y sin saber dónde acomodarse, semejando a esos niños que cuando son sujetos de atención excesiva no saben qué hacer con sus manos y pies. De cualquier modo, ya se trate de retratos de niños o de personajes populares, de naturalezas muertas o de seres producto de los sueños y la fantasía, la pintura de Carlos Ostolaza revela primordialmente su alma oscilante entre la nostalgia por la infancia y la tortura espiritual."

Roberto Reyes Tarazona