31 January 2012

La Revolución Cultural

Una barbarie organizada por el demente, criminal y megalómano Mao, en la que millones de chinos perecieron en una vasta campaña de terror y asesinatos.


La Revolución Cultural fue una campaña de masas en la República Popular China organizada por el líder del Partido Comunista Mao Zedong a partir de 1966, y dirigida contra altos cargos del partido e intelectuales a los que acusó de traicionar los ideales revolucionarios.

Supuso una radicalización de la revolución.  Mao apoyado por un sector dirigente (Banda de los Cuatro) usó una gigantesca movilización estudiantil (Guardias Rojos) para desacreditar al ala de derecha, pro-capitalista (encabezada por Liu Shaoqi, Peng Zhen y Deng Xiaoping), dentro del aparato del Partido Comunista Chino.

Esta barbarie recorre todo el país, afectando también áreas rurales, y terminó por extenderse a la clase obrera y a los soldados del Ejército Popular, convirtiéndose en un cuestionamiento generalizado contra las autoridades.  El proceso dió lugar a la formación de Comités Populares, los cuales funcionaron como órganos de poder popular en tareas de administración y gobierno.

Fue una lucha por el poder en la que la aspiración de Mao por recuperar su autoridad se vio apoyada por miembros del partido, como su esposa Jiang Qing y el líder del ejército Lin Biao.  El objetivo era apartar del poder a Liu Shaoqi, jefe de estado, y a Deng Xiaoping, secretario general del prtido.

La Revolución Cultural permitió a Mao recuperar el poder político, del que había sido apartado tras el fracaso del Gran Salto Adelante.  Esta lucha por el poder daría lugar a una situación de caos y conmoción política acompañada de numerosos episodios de violencia protagonizados por los Guardias Rojos, quienes, organizados en comités revolucionarios, atacaban a aquéllos acusados de deslealtad política al régimen y a la figura y pensamiento de Mao.


En 1976 un golpe de estado encabezado por Deng Xiaoping lo restauró en el poder, procediéndose al arresto de la Banda de los Cuatro y emprendiendo cambios en la economía que, bajo el nombre de socialismo con características de mercado, iniciarán la vuelta a la economía capitalista.

La cuestión de cómo una lucha por el poder alcanzó niveles tan altos de violencia y desorden social ha intrigado a historiadores y expertos en psicología de masas.  Han sido numerosos los estudios publicados sobre este periodo de la historia de China, intentado explicar la Revolución Cultural.


10 comments:

Carlos Orellana said...

La barbarie asiática, que se hizo patente en varios tramos de la Revolución China, es incompatible con el marxismo; esa aberrante barbarie es más propia de la China despótica de hace dos mil años. Camboya repitió esta monstruosidad y luego las bestias senderistas hicieron lo mismo en el Perú.
Que poco en común tiene un judío europeo, un filósofo como Marx y déspotas como Stalin y Mao. No veo nada en común.
Parece increible, pero por cabronada de las izquierdas no se equipara la Revolución Cultural (en general el genocidio ininterrumpido desde 1949 a 1968) con el Holocausto. Mientras se persigue y prescribe a los nazis, los maoístas en todo el mundo siguen con su vida de lo más normal.

Moshe said...

Es cierto, poeta. La historia juzgará a Mao como un asesino monstruoso, comparable a Hitler y Stalin.

Carlos Orellana said...

Pero cuidado que los maoístas y los integristas islámicos tienen partidos con mística y fanatismo e inevitablemente van a crecer y eventualmente tomar el poder. En el Perú ya empezó la cuenta y veo con gran preocupación que no existe partido alguno que pueda detenerlos. La izquierda fuera de SL nunca ha existido: eso que se llama izquierda son ineptos, vagos, parásitos que son incapaces de contruir nada. Por el lado "democrático" solo hay partidos burgueses que son maquinarias electorales corrompìdas. Para parar un fanatismo se necesita otro fanatismo, o por lo menos un partido fuerte con convicciones. Eso no existe en el Perú y el neo senderismo es hoy una semilla que va a prender, con sus guardias rojos que ya veremos cada día sin menos temor de salir a la calle a manifestarse. Ya hoy en la TV salen univesitarios a defender a Guzmán y pedir su libertad. Ya ganaron. La democracia burguesa -lo supe desde joven- es una linda alfombra para cualquier revolución.

Carlos Orellana said...

Error:en vez de prescribe, proscribe.

Mario Pablo said...

Nuevamente, confusión y más confusión. Una vez más errar creyendo que la historia la deciden los individuos y no las masas. Mao no inventó la nueva China, no la saco de la manga, fue, simplemente, el portavoz del movimiento popular, de las masas, esto ningún elitista lo entenderá, para él son los individuos, la élite, los que hacen los cambios; por favor lean a Plejanov y aprendan que los líderes o dirigentes, sólo aparecen cuando las leyes histórico naturales ya han hecho su trabajo. En esto no hay mecanicismo sino apreciación dialéctica, porque no es posible borrar las contradicciones que surgen del choque entre individualidad y colectividad, de lo que se trata es de explicarlas, hacerlas concientes. Lo que acaba de ocurrir en Egipto es un claro ejemplo. El asunto no empezó por la protesta de un iluminado, ésta fue el desencadenante del hartazgo y aspiración de libertad (entiéndase como se entienda), de la ruptura de yugos por millones de egipcios. Las conquistas democráticas de occidente no se las debemos a politicastros avivatos sino al sacrificio popular, de no ser por este no tendríamos sindicatos, ocho horas, libertad de expresión, sistema electoral, etc. Nada de esto debería se ajeno al socialismo, si, por el contrario, el autoritarismo y la podre del aparachick; desde esta perspectiva, es que evalúo la revolución cultural china, movimiento desatado no en una democracia occidental sino en un país con partido único, hace tiempo lancé la pregunta: ¿sin la revolución cultural, que trajo abajo mil íconos y barrió la costra burocrática, China habría seguido un camino diferente al de la URSS?, digo que no, que al agitarse el agua estancada China se diferenció de la URSS porque golpeó severamente el burocratismo; esto significa que el socialismo debe repetir el camino chino, NO, a esta altura de la vida mundial el socialismo no puede demoler la democracia para construir una nueva sociedad, la democracia debe ser un cimiento irrenunciable, no hay que permitir que los piratas capitalistas la usen para disimular su avaricia, ni aceptar que los fundamentalistas la desprecien o aprovechen conyunturalmente

Carlos Orellana said...

Dos cosas puntuales:
1.¿cómo es posible que sostengas, Reverendo, que la Revolución Cultural, movió el "agua estancada" y quebró al burocratismo y, por lo tanto, permitió la reforma de la China actual? Esa enloquecida "revolución", más bien genocidio, fue provocado para ahogar en sangre a los revisionistas procapitalistas que justamente ahora están en el poder. Pero claro, también arrollaron (asesinaron) a cientos de miles de inocentes (¿dónde están los DDHH?)que se atrevesaron en el camino de los Guardias Rojos. Cuando se dieron cuenta que era indetenible esta orgía infernal de sangre hicieron todo lo posible para detenerla, no porque les interesara la vida y los DDHH, sino porque la situación se estaba poniendo fuera de control.
Segunda cuestión: ¿Es que necesariamente estas "revoluciones" en países como China tienen que ser así? Las masas pueden descontrolarse, maestro, pero si el Partido, que es vanguardia, guía y rector les dice que hay que eliminar a todo el que se opone a la gloriosa revolución, como hizo Stalin, Mao, Pol Pot y Guzmán, si los embrutecen con un librito rojo, de quién es la culpa?
Si yo escucho que un nazi arrepentido me habla de democracia, no le creo. Si escucho que un maoista arrepentido me habla de democracia, tampoco le creo.
El haber eliminado millones de seres humanos sin asco en nombre de abstracciones o utopias colocan a estas bestias fuera de la especie humana. Que yo sepa solo puede existir democracia en una sociedad humana; es inconcebible un orden social así entre los reptiles o los felinos feroces y depredadores.
Genghis Khan, Atila, el propio Napoleón, Hitler, Stalin, Mao, los jerarcas japoneses que perpetraron masacres en Nankín, Suharto, Pol Pot, Guzmán se han separado de la raza humana.

Carlos Orellana said...

He aquí una explicación "lógica" de la necesidad de asesinar en masa del maoísmo:
"Para el PCCh, matar se convirtió en una de las herramientas básicas para mantener el poder. Debido a la intensificación de sus actos sanguinarios, si dejara de lado su mecanismo de matanza, incitaría a la gente a buscar venganza por las atrocidades sufridas. Por lo tanto, el Partido no sólo necesitaba llevar a cabo matanzas cabales y numerosas, sino que debía hacerlo de la manera más brutal posible para lograr intimidar a las masas; sobre todo en sus comienzos, cuando empezaba a establecer su dominio. Como el objetivo de las matanzas era instigar el mayor terror posible, el PCCh seleccionaba blancos de destrucción de modo arbitrario e irracional. Empleó la estrategia del genocidio en cada medida política que adoptó. En el caso del aniquilamiento de los reaccionarios, por ejemplo, el Partido en realidad no reprimió actos reaccionarios, sino a la gente a la que consideraba reaccionaria. Si una persona había servido sólo unos días en el Ejército Nacionalista (Kuomintang, KMT), pero no tuvo ningún tipo de participación política una vez que el PCCh asumió el poder, era asesinada de todos modos debido a su “historial reaccionario”. Cuando se efectuó la reforma agraria, a fin de terminar de raíz con el problema, a menudo el Partido asesinaba a la familia entera de un terrateniente.
Desde 1949, el PCCh persiguió a más de la mitad de la población china. Se estima que murieron entre 60 y 80 millones de personas por causas no naturales. Esta cifra supera el número total de muertos en las dos guerras mundiales."

Carlos Orellana said...

El silencio es elocuente.

Moshe said...

La opinion del Reverendo merece un rebate energico, que prometo pronto.

Los crimenes de Mao son inexcusables, aunque cuando aduzca hablar (o manipular) en enombre de las masas.

Moshe said...

Querido Reverendo, no nos quiera hacer comulgar con ruedas de molino.

La Revolución Cultural fue una creación criminal de Mao para afianzarse en el poder y eliminar toda oposición. Fue manipulado por su mujer, sanguinaria arpía. Como resultado de esta violencia demencial murieron millones de personas.

Masas o no, la responsabilidad de este monstruoso hecho recae en Mao, tan sangriento como Stalin, salvaje creador de las purgas.