19 January 2012

Echarse un polvo

Creo que nuestro erotómano residente, y autoridad indiscutida en la materia, debería darnos una lección magistral. 

En español se usa la expresión "echarse un polvo" para referirse al acto sexual, el coito. ¿Cuál es el origen de la acepción?

Aparece en la Enciclopedia Espasa, edición de 1922; y en el diccionario de Besses, Diccionario de argot español, 1905.  Considerando el tiempo prudencial que los diccionarios, conservadores y morosos, tardan para incorporar el léxico callejero, no es descabellado suponer que la expresión se generalizara a mediados del siglo XIX.

Los diccionarios no ofrecen ayuda, e incluso despistan, como la explicación dada  en J. Sanmartín Sáez, Diccionario de argot, 1998:
Polvo. Cópula sexual.  ¿Qué relación guarda realizar la cópula con el polvo?  Aparentemente ninguna.  Quizá el color blanquecino del polvo y del semen.  Es una acepción muy usada y, por ello, incorporada como coloquial y vulgar. 
"El primer POLVO de mi vida fue con Petronila, mi doméstica."

Una mejor hipótesis es la fórmula litúrgica "Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris", "Recuerda, hombre, que eres polvo, y que al polvo regresarás", que el sacerdote católico pronuncia cuando pone ceniza sobre los fieles en Semana Santa.

Quevedo escribió el soneto "Amor constante más allá de la muerte" donde usa la expresión "polvo enamorado".  Se publicó en El Parnaso Español en 1648, demostrando inequívocamente que, cuando se compuso y publicó el poema, la acepción obscena no existía.

                                      Amor constante más allá de la muerte

                                           Cerrar podrá mis ojos la postrera
                                           sombra que me llevare el blanco día,
                                           y podrá desatar esta alma mía
                                           hora a su afán ansioso lisonjera;

                                           mas no de esotra parte en la ribera
                                           dejará la memoria, en donde ardía:
                                           nadar sabe mi llama la agua fría,
                                           y perder el respeto a ley severa.

                                           Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
                                           venas que humor a tanto fuego han dado,
                                           medulas, que han gloriosamente ardido:

                                           su cuerpo dejará, no su cuidado;
                                           serán ceniza, mas tendrá sentido;
                                           polvo serán, mas polvo enamorado.


Esperamos tus sabias palabras, MelCOQchita.

13 comments:

Aldo said...

Recordados mequetrefes, el polvo, pirobo, polaco, talco, o coito, es una de las creaciones mas significativas en la historia de la humanidad. Todos somos pruebas vivientes y resultado de un polvo,
venimos de un polvo y nos convertiremos en polvo.

Para tocar este tema, nadie mas indicado que nuestro querido COQ,
"Gran Cherokee", de indiscutida trayectoria en el arte del machete,
y con un promedio descomunal en subidas al nispero, el unico mortal comprobado que llega con hipo al orgasmo, este reflejo caracterizado por una serie de contracciones involuntarias, le permiten una vibracion o taladreo,
suficiente para voltearle los ojos a el, y tambien a su acompañante.

Ilustre Poeta, la fanaticada le exige dar una catedra sobre sus tres maestrias, o posturas en el camastron :

"Gallito en el potrero",
"Tortuga renga", o
"Vuelo del condor".

De antemano va nuestro reconocido agradecimiento.

Moshe said...

Uta, y encima chamulla mejor inglés que Shakespeare.

Carlos Orellana said...

Mezclar Chaquespeare y Gugel no es bueno porque el hijo de Judea ya me descubrió.

He aquí mi palabra:

Siempre estoy subiéndome a tu cuerpo, escalando tus gritos, como un ladrón o un bombero o un simple ciudadano que olvidó la llave. Siempre estoy deshojándote, mirándote como un maldito voyeur y por ningún bien de la Tierra cambiaría los paisajes de lycra del anochecer en tu cuerpo.
Intenso en el espárrago, siempre amenazando tu conturbada piel de esparto, siempre moviéndome como un basilisco tras tu ansiedad y tu fiebre.
Extensiones brunas o albas con aguajales donde beber como ave silvestre, como cansado moro. Siempre.
Siempre danzando a tu alrededor , como un gracioso y arrecho ánade, y tú recostada sobre jergón o diván la misma, con esas tetas que son sargazos o pomelos, con el vellón inmortal que anuncia la Entrada Magnífica.
Por ello líbrame, Señor, de las aguas mansas y de las carnes blandas. Que el amor me alcance en la plenitud de los vientres chatos, la carne firme y brillante, el deseo intacto.
Algazara, algazara.

Carlos Orellana said...

Y otro:

Por la DP burgués soy, y arrecho.
Me encamo y encamoto con desusada frecuencia,
y a salto de vellón vivo,
sin más horizonte que una nueva mata.
Sojuzgados por otro cielo mis pares,
en busca del no durable mando
de tumbo en tumbo van arrastrando
una no lúbrica existencia.
Enamorado, empiernado feliz cabalgo
mientras a duras penas mis iguales
montan sillas sin caballos,
que es copular con el Poder tan triste.
Vengan al vergel muchachas,
que es el verdadero poder.
Porque si he de recordar el momento
feliz de la vida
es mejor recordar vuestra herida,
que una cicatriz.

Moshe said...

El poeta tiene un magnífico don de la palabra y una lengua suprema, asi decía Petronila.

Estamos ante un criollísimo oráculo de Delfos, un Parménides cobrizo, un Newton lúbrico.

Carlos Orellana said...

Navegar años, cabalgar siglos, sobre cuerpos que espanten por la belleza y por el sonido celeste de su roce. Anclar interminablemente en los olores más terrestres, como el del clavo de la canela o el del benjuí. O el sobaco en la madrugada más tibia, a comienzos del estío. ¿Tendremos acaso un diezmo de esto?
Ser amados y lamidos como la roca marina, bajo silenciosas y temibles lunas de amianto. Sorbidos por mucosas voraces, libertinas, en una alquimia posible de cielo e infierno.
Descansar en el fuego más humano, en el deseo más próximo, sintiendo lejana la muerte en cada latido que se comparte, que se anuda, en cada grito arrancado de otro grito.
Y no ser sino una sílaba del misterio perenne de los cuerpos.

Moshe said...

Un sátiro desbocado, un Eros rampante, un Príapo redivivo.

Carlos Orellana said...

De la cachería, un asiduo.

Carlos Orellana said...

Ese sí es un fragmento de Hoy me he levantado carretón:

"Demás está decir que me embargaba una erección prominente y permanente, casi un ariete. Me sentía un joven sátiro, un fauno, un centauro arrecho. Como se había estado burlando de mi inocencia le propuse que sea ella mi madrina. Se río aún más y me preguntó que si estaba loco. Le prometí que mi tía no se iba a enterar, que nadie iba a saberlo, que iba a ser “nuestro secreto”. La condenada no paraba de reír. Lo que me molestaba sobremanera en todo esto, no era la negativa de una muchacha de la campiña, porque jamás he sido despectivo con nadie, sino el que nos separarán solo tres años, fuéramos casi de la misma edad, según mi parecer. Pero estaba obviamente equivocado, porque una mujer, aún cuando tenga la misma edad cronológica que un varón, cultural y sexualmente es mayor que él. Además, como quedó dicho, esta chica era “recorrida”. Se comportaba como una mujer mayor riéndose de un mocoso. Así que , en defensa de mi orgullo machista, me incorporé de la cama, con mi ariete ofensivo, presto a tomar por asalto el lecho de la iqueña. No prendí la luz, pero me fui encima de ella. La luna espiaba por un ventanuco e iluminaba su lecho y su cuerpo, de modo que en medio de un forcejeo en el que yo respiraba agitadamente y ella continuaba riendo, pude verle las piernas, el sexo -por primera vez veía un pubis poblado- y luego un par de hermosas y sólidas tetas. “Anda, pues, no seas mala”, rogaba y no me atrevía a despojarme del calzoncillo porque siempre he tenido en la cabeza la idea de que la hembra debe abrir las puertas, aunque sea un poquito, nunca uno debe forzarlas. “Ya basta”, dijo ella molesta y me pegó un empellón.
Regresé resentido a mi cama. Se instaló por un par de minutos el silencio y luego ella continuó riendo, solo que apenas se le sentía. "

Carlos Orellana said...

No hablaré más de sexo porque acabo de convertirme al budismo.

Moshe said...

¿Budismo? Las huiflas.
Por tu conocida proclividad japonesa, te habrás convertido al shintoismo.

Mario Pablo said...

Elefantes sin colmillos,famélicos jumentos, antes de referirme al polvoraquis, debo admitir que con el inglés me llevo a las patadas, lo leo pero no lo parlo, menos consigo escribirlo decentemente, por esto he visto con sana envidia como Pirincho y Coq intercambian puyazos en el idioma de Shakespeare, antes de estirar la pata, espero empeñarme y dominar esa lengua.
En lo que a cachimba toca el relato de Ravicoq es explosivo y despierta el apetito, aunque me parece que lo contado pertenece a la memoria de lo vivido, tan distante hoy como las primera manifestación del big bang; soy incrédulo y budismo o sintoismo no siempre habilitan boletos a Paraguay, sátiros de utilería

Carlos Orellana said...

Con el budismo llegaré al nirvana,
el demonio de la carne, atrás
Colabora, Yehude,y nunca más
me presentes calata a tu hermana.