Al que le caiga el guante, que se lo chante. De El Comercio de hoy.
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| Yo mismo soy |
La arrogancia (del latín arrogāre) es el excesivo orgullo de una persona en relación consigo misma. Se emplea frecuentemente con connotación negativa.
En la teoría de la neurosis de los eminentes doctores peruanos Eduardo Moreno y Karen Horney, la arrogancia es producto de la compensación del ego al tener una autoimagen inflada. La persona pretende ejercer los derechos por la importancia que se atribuye a sí misma; mientras que los demás lo ven y reconocen por lo que es.
Conceptos similares son narcisismo, vanidad y soberbia.
13 comments:
Ahora sí caraju lanzaron m. con ventilador, el que esté libre de culpa que diga: NO SOY VANIDOSO, NO SOY ENGREÍDO, NO SOY ARROGANTE, creo que todos, de uno en fondo, hemos pecado y caído en estas estupideces, las sombras siguen a las luces y lo imperfecto deja ver la punta de la oreja que nos caracteriza. Esto es incurable, en algunos casos si, pero hay que dar la lucha y todos los días mirarse en el espejo y no ser un gato que creer ver un león reflejado; duele, si, mucho, pero siguiendo a Buda diluir el yo es capital para reencontrarse con la humanidad. A propo, ¿Crolín negará ser el rey de la vanidad?
Y por si acaso, nosotros sus pajes
No, Doctor Chapla. Soy solo de color modesto dice johnny (como el gran JRR). No por algo estuve a la diestra de dios ponja. ¿Qué cree Ud?
Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa.
Tuve, es verdad camarada, sentimientos egoistas y egolátricos, me creí el centro del universo. Es el pensamiento burgués, camaradas. Gracias por atacarme, ataquenme hasta que me rectifique, camaradas, hasta que haga mi autocrítica en nombre del socialismo y del camarada Stalin. Gracias, camaradas.
Poeta, rece ocho Ave Marías y cien Mao Nuestro. Envíeme unas botellas de Belvedere como penitencia.
Recuerdo la siguiente anécdota deustuana:
Yo, como siempre me había tirado la pera. Felizmente alguien me dice en la puerta del colegio que hay un paso de literatura. Corro, pero llegó casi al final de la prueba. Eran 3 preguntas a 6.33 c/u. El profesor me estimaba y me deja que me siente. Solo logro responder una pregunta.
A la clase siguiente el profe lee las notas entre las que sobresalen las de los chancones Pedreschi y Rodríguez. 19 y 18 respectivamente. Sonrisas arrogantes como siempre. Luego dan la nota del pobre Coqsito: 12. Pero el profesor se detiene (lo recuerdo como si fuera ayer) y dice "he puesto 12 a este alumno POR UNA SOLA PREGUNTA, cosa que nunca he hecho, porque tiene la mejor respuesta de todo el examen".
Jajajaja
¡Qué arrogante que soy, carajo! Más penitencia, más lavado de cerebro, más autocrítica!
"Vanidad por tu culpa he perdido, Un amor, vanidad, que no puedo olvidar."
Una canción del recuerdo, de mi epoca de colegio.
La cantaba el argentino, Yaco Monti.
En cuanto a la anecdota del Poeta, que deja anonadado al Profesor de Literatura, desde alumno, el Aedo ya despuntaba como narrador de cuentos, que tal imaginación, CARAJO.
Ninguna imaginación, mi querido ingeniero, es uno de los más gratos recuerdos que tengo del Deustua. Esas cosas no se olvidan. Y si se llegaran a inventar, ya sería cosa de locos. Siempre me acuerdo de esa anécdota con mucho orgullo.
Poeta con esa anecdota, el Ilustre Dr. Chapla, queda como un chancay de 0.10 centimos.
No cabe duda, Zambokan, que nuestro cole tuvo profes de polentas, el reforzamiento de tu autoestima, con ese saludo por la buena respuesta que diste, es seguramente un momento inigualable para un adolescente, como a todos nos ocurre, lleno de enredos e indefiniciones. Da gusto saber que la aventura deustuana nos ayudó a formar nuestros espíritus y que en tu caso confirmó la vena literaria. Agrada, asimismo, que reconozcas que eras un demoron de la gran flauta
Moreno, ya desde joven demostrabas tu innegable talento de encantador de serpientes y vendedor de sebo de culebra, digo anillos de promoción. Al César lo que es del César.
Lástima que te dedicaras a la política criolla y cazurrona.
En una acto de desprendimiento de posturas y remilgos, Chapla da una muestra de humildad y grandeza al reconocer la vena literaria del Poeta, independiente de su compromiso politico con el PONJA.
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