5 November 2011

La paella

El oculto Fantomas lo ve todo pa'ella, pero no, esta nota trata del delicioso plato.  Hasta hoy recuerdo el de La Casa Vasca en La Colmena, del que disfruté en muchas oportunidades a principios de los 80. 

Les recomiendo arroz Calasparra o Bomba para prepararla (modestia aparte, me sale de chuparse los dedos).  Este hebreo sugiere  maridaje con un buen Sauvignon Blanco o Chardonnay.

Se llama paella (del catalán-valenciano paella, sartén, y del latín patella -análogo al castellano padilla, italiano padella o francés poêlle-, especie de sartén ancha) a una receta a base de arroz cocido, originaria de Valencia, concretamente de la marjal de la Albufera.

La paella es básicamente un arroz servido en Valencia que ha devenido en emblema culinario español.

Se trata de un plato humilde, pero con enorme tradición e historia.  Su popularidad ha hecho que se haya expandido en una gran cantidad de variantes adaptadas a los ingredientes a las diversas regiones de la cocina española, y creció tanto a lo largo del siglo XX a nivel internacional que hoy día puede encontrarse en muchos restaurantes occidentales.

Esto ha hecho que la paella haya ido sufriendo transformaciones desde la receta original de la paella valenciana (de pollo, pato, conejo y caracoles) y hayan aparecidos variantes que se resumen la paella mixta, consistente en una mezcla de carne, pescado y mariscos.



18 comments:

Mario Pablo said...

Aunque ya se hizo el cambio de entrada y ahora se trata del plato emblemático de los chapetones; admito, con relación al fútbol, que simpaticé con el Boys, pero de manera mercenaria porque a los 7 años un tío lejano me sobornó dándome un sol si seguía sus simpatías por el cuadro chalaco, lo mío no fue sincero, ni nació de pasión alguna. Hasta hoy me gusta patear la pelota pero no me interesa ver las torpezas de jugadores y cuadros más malos que el pan

Carlos Orellana said...

Por lo visto hasta ahora Care Duende no es consciente de que debe de ofrecer públicas disculpas por ser ésta la segunda vez(la primera fue en el caso de os "bonovos") que "interviene" y "modifica" a su antojo un texto que alguien le envía. Esto constituye una suerte de censura. Lógicamente la dimensión del asunto es nanométrica y la naturaleza del blog, lúdica, pero toda conducta humana es significativa. Trasladado esto a una dimensión macro se parece mucho a lo que hace un dictador: no respetar la libre expresión, censurar e intervenir textos ajenos porque contienen frases o referencias que no nos gustan (en el caso de los bonovos había una referencia a científicos del campo socialista). Por eso, mi querido Care Duende ya no te voy a tomar en serio cuando hablas mal de Fidel Castro, Muammar Gadafi o Hugo Chávez. Tu eres un nanodictador. Y que siga la Joda, más que sea sin tus caballerosas disculpas. Heil, Moshé.

TEOFILO said...

Manolete
Yo también soy Aliancista del ALIANZA LIMA

Moshe said...

Dos cosas: 1) Saludo la confesión alaincista del varón de taco aperillado, Teófilo; y 2) A qué se refiere el laureado poeta cuando me acusa de "intervenir" un texto? Aqui solo se le pone una pizca extra de sabroso ají al plato diario, nada más.

Habla, Fantomas.

Moshe said...

Aunque por e-mail el elusivo y misterioso Cajon me envia esta nota que copio abajo. Lo conmino a que apunte directamente en Joda Criolla y nos visite.

Uno de los temas de investigación tratando de rescatar los personajes olvidados de nuestra historia republicana, me llevo a descubrir no solo la creación del Alianza Lima por un grupo de niños de Cotabambas donde tus ancestros tenían una bodega donde vendían vino importado de Italia, conocí a un Pedreschi que debe ser la oveja negra de tu familia (intimo amigo de Raúl Arata, en algún momento escribiré sobre este personaje impresentable) quería hacer corrida de toros en navidad y en año nuevo.

Dentro de estos descubrimientos llegue a conocer que hasta JOSÉ CARLOS MARIATEGUI fue simpatizante de ALIANZA, conoció al gran ALEJANDRO VILLANUEVA por que participaba en la fiesta de la planta, que todos los fines de semana se desarrollaban en Vitarte, con la participación de obreros de las fabricas textiles de la zona, Alejandro era chofer de una de estas fábricas y se conocieron en estas actividades de la Universidad Popular.

Carlos Orellana said...

No tienes cura, Care Duende. En el caso del texto de los Bonovo te lo envíe con una nota y la recomendación de que la publicaras tal cual. Cosa curiosa, le extrajiste un párrafo donde se mencionaba la palabra "socialista". Yo no hubiera hecho eso, un texto que alguien me envía;con su firma es sagrado. Pero, además, no tengo porque imponer mis ideas a los demás de ese modo. Tu eres administrador del blog y además participante. ¿No te basta? Encima modificas los textos ajenos, lo que equivale a quitare la palabra a otros, retacerarle sus derechos. Invocas la razón del chiste, la broma, la joda. Está bien, esto es joda, pero cada uno de nosotros queremos libremente, libertariamente hacer nuestros chistes, tener la misma oportunidad de ser chistosos y no ser arbitraria, dictatorialmente ser cortados o silenciados por otro. Eso no está bien. Y por lo visto no eres consciente de que eso no es un chiste; en todo caso el resultado podría ser gracioso, pero no es ético usar un texto de esa manera.
En el blog que administraba cometí una vez el error (de buena fe) de coregir la ortografía de un texto que me enviaron. Me llamaron la atención y yo no volvía a hacerlo porque comprendí que el texto de otro es sagrado, yo no puedo alterarlo sin permiso.
Tu eres suficientemente inteligente para apelar a esos recursos; confío en que en el futuro no necesites "intervenir" un texto ajeno para hacer un chiste. Y que viva la Joda.

Moshe said...

La severa admonición del poeta residente y premio Nobel ha sido escuchada con meridiana claridad.

Mea culpa, mea culpa, mea culpa.

Extiendo mis libertarias disculpas al escribidor y Esopo criollo.

Carlos Orellana said...

Página volteada y que siga la Joda.

Carlos Orellana said...

La comida española alguna vez fue heredera de la gran cocina medieval y ésta de la monumental cocina de la Roma Imperial. Actualmente es una cocina ligada al pueblo (al poblado) y al hogar. En los libros de Hemingway hay deliciosas descripciones de cuchipandas y bebezonas por la España Pre-Franquista. En algo se parece a la italiana, que es la cucina dalla mamma. Un plato como la paella fue barato y popular, pero hacerlo ahora en su receta original, que para mí es la que vale, demanda buen billete. Y hay que saber hacerla. Un rissoto es un juego de niños frente a la paella, un arte mayor. Confieso que la he preparado, pero que me falta mucho para saber prepararla como debe ser. En mi adolescencia vi prepararla a un vasco amigo de mi padre, todo un ritual. Quedé impresionadísimo.

Moshe said...

?Servirán paella en el Zoológico de Washington?

?On'tas, querido Aldo?

Carlos Orellana said...

Aunque mis conocimientos de enología son aún pobres, intuyo que un chardonnay va con la paella. Estoy dispuesto a escuchar los sabios consejos del mayor huarapero del archipiélago neocelandez.

Moshe said...

Los secretos de la paella son varios: la calidad del arroz (Calasparra, mi preferido), la olla paellera, el tipo de chorizo, y el azafrán (nada de chinerías, solo el español es el verdadero para este plato).

La preparación, aunque toma tiempo, es relativamente sencilla, aunque debe haber un mundo de diferencia entre la que uno prepara en casa y la hecha por un experto conocedor.

Moshe said...

Puse esta nota porque esta misma tarde (ya es domingo en Wellington) prepararé una buena paella en casa. Para maridar tengo lista una botella de Wither Hills Sauvignon Blanc 2010, de Marlborough en la isla de Sur (NZ), que tiene el sabor y acidez necesarios para balancear los mariscos y las carnes blancas del plato.

Aclaro: de "huarapero" tengo poco, de catador selectivo, mucho.

Carlos Orellana said...

O sea que tenemos rica paella y buena huasca. Provecho. Bueno, como yo eso de catador lo acepto a medias y lo de huarapero es algo muy objetivo propongo un neologismo centrista: "Catapero". Un choborra fino,con turrón importado, pero malcriado y faltoso.
Como decía, para mí los caracoles y el conejo son infaltables. El azafran, por supuesto, debe ser de Iberia y el chorizo, el mejor de la charcutería gachupina.

Moshe said...

Conejo solo consigo en una tienda especializada, ya que el supermercado no lo vende. Por eso lo reemplazo con pedazos de pollo.

Los caracoles (escargots) solo se venden enlatados, y como no me parecen ni fu, ni fa, los omito.

Eso si, no hay que olvidarse de ponerle unos buenos pimientos morrones asados, antes de servir.

Buen provecho y salud!

Moshe said...

Ni malcriado, ni faltoso, querido poeta. Ninguna de las dos cosas.

Me precio de mis buenos modales (creéme, cuentan mucho a todo nivel en esta vida), aunque no ha de confundirse con debilidad de carácter.

Siempre me he considerado firme, pero no rudo. En otras palabras: las cosas claras, y el chocolate espeso.

Carlos Orellana said...

Carajo, que no haya conejines en Wellington es preocupante. Vas a tener que criarlos, hijo de Judea. Los llopos de la urbe son harto insípidos, incluso los peruanos (que alimentan con maiz y ya no con harina de pescado); los de huerta son otra cosa. Pero para una paella-paella, además del llopo, conejo. Y no desdeñes tampoco los caracoles, aunque aquí no hay escargots sino los marinos. Los escargots vienen en conserva y valen un huevo, si los encuentras, pero los marinos no van mal.

Carlos Orellana said...

Te sugiero como tema futuro el sexo tántrico. Yo no lo práctico, pero un amigo sí; es un tema interesante.