Esta nota es prueba de lo poco que nos conocíamos a pesar del tiempo que pasábamos juntos en el Deustua.
No puedo decir a que se dedicaban Vittorio, Aldo, COQ, Yerén o Carlitros fuera del colegio porque lo desconozco. Sé del pastor evangélico Mario Pablo por ser amigos y vecinos, y ya entonces recorría las calles de Chama Biblia en mano.
Puede ser que ustedes no compartan ni mi opinión, ni gusto. Veamos que opinan.
Un escritor a quien admiré en mi niñez y juventud, a quien quizás deba mi interés por las ciencias. Leí muchos de sus libros, pero recuerdo la gran impresión que me causaron dos en especial: Cinco semanas en globo y La vuelta al mundo en ochenta días.
Jules Gabriel Verne (1828–1905), conocido en los países de habla española como Julio Verne, fue un escritor francés de novelas de aventuras.
Es considerado junto a H. G. Wells uno de los padres de la ciencia ficción, y es el segundo autor más traducido de todos los tiempos, después de Agatha Christie. Algunas de sus obras han sido adaptadas al cine. Predijo con exactitud en sus obras la aparición de productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como son la televisión, helicópteros, submarinos y naves espaciales. Fue condecorado con la Legión de Honor de Francia por sus aportes a la educación y ciencia.
Fue un estudioso de la tecnología de su época, lo que unido a su gran imaginación y capacidad de anticipación, le permitió adelantarse a su era, describiendo el submarino (el Nautilus del capitán Nemo, de su famosa Veinte mil leguas de viaje submarino), el helicóptero (un yate que en la punta de sus mástiles tiene hélices que lo sostienen, en Robur el conquistador).
Sus personajes siempre fueron héroes, hombres buenos en la escala social. Frente al Verne conservador, impuesto por su editor y educación como hijo de un abogado católico, no es de extrañar su inicial defensa del status quo, postura que con el tiempo atemperó hasta dar paso a concepciones opuestas a las de sus primeras páginas, debido a sus contactos con círculos socialistas y anarquistas.
Además de sus novelas y sus obras de teatro, escribió veinte relatos cortos.
8 comments:
Creo que todos somos admiradores de Verne, Jacobo. No es un Balzac, pero su literatura giró en torno a algo que fascina a los hombres: saber cómo será el mañana. Sin duda un clásico.
¡Churchill!, desvencijados toneles, me voy dos días a Chiclayo y al volver encuentro que al blog le ha dado diarrea, cambió de temas como Flash; no me parece mal pero si nos descuidamos pasa la oportunidad de comentar o decir alguna tontería. Ahora que viene a cuento Verne, debo decir, como Manolo, que desde niño me aficioné a su pluma y quizás por eso, aunque nunca fui bueno para las ciencias, siempre sostuve que la mente científica es varias veces más útil que la literaria o artística, y que nuestro país sería otro si tuviéramos más ingenieros que abogados; es más, inclusive en los pleítos tribunalicios, siendo la prueba el verdadero soporte de las decisiones justas y no arregladas por la corrupción, la ciencia contribuye a elucidar la verdad concreta. Los procesalistas, afiliados al modelo adversativo o acusatorio, solemos decir que cuanta más ciencia se lleve al proceso éste se civilizará o democratizará más. Siendo esto así, cómo no saludar a Verne que a propios y extraños nos acercó a la ciencia
Mario, no te olvides que este blog es dinámico y movido.
Es decir, idéntico a los difuntos Deustuanos 68 y Sexalescente que administraba nuestro laureado poeta, paragón de la diligencia, dedicación y pendejada criolla.
Aunque tarde la verdad sale a la luz. Nuestro pata Enrique Yerén ha puesto en el post sobre Raquel Welch:
saludos para el poeta del tio que vendia huevo duro en la salida del troca. era para recuperarse.
Uta! Ho hay duda que nuestro Nobel ha dejado huella.
Toda mi vida he sido aficionado a la Ciencia Ficcion, quizas por que en parte era como soñar despierto,
ilusionar con que algo irreal o imaginario pueda ser hacerse realidad.
Los libros de Verne son excepcionales, que tal vision y poder creativo de este franchute,
recuerdo que cuando agarraba un libro de el, no lo soltaba, me olvidaba de comer, de jugar, etc,
era lo maximo.
Querido maquisapa, tu comentario me deja sin palabras "recuerdo que cuando agarraba un libro de el, no lo soltaba, me olvidaba de comer, de jugar, etc,era lo maximo"
Con este recuento, queda firme tu apego por la lectura de Verne.
De mozalbete, tuve la oportunidad de ver la pelicula "Viaje al centro de la tierra" de Verne y me pareció en aquel entonces fantasiosa, pero el tiempo demostró que era un visionario, sobre todo ese viaje en submarino, el cual no existia, cuando escribe su libro.
Esto se pone BUENO, si lo dice YIRIiiiN, es digno de crédito el comentario "saludos para el poeta del tio que vendia huevo duro en la salida del troca. era para recuperarse"
Lo que no entiendo, es como un Gourmet, como el Poeta, podía tener esa costumbre de comer huevo duro, de carretilla, a la salida de un burdel.
Pienso, que antes de convertirse en un gentleman, fue un palomilla de barrio marginal y con el tiempo se me encopetó y remilgó.
La mente de nuestro Poeta trabaja
de una manera peculiar, digna de ser analizada por eminentes neurologos; dificil tarea para los galenos el pretender estudiar el cerebro del Maestro COQ, casi igual de imposible que el ultimo teorema de Fermat.
Coqcito comiendo huevo duro de carretilla en la puerta del Troca ?
Nuestro Chef, master del Bistro y la comida gourmet, el que no come lomo saltado y tacu tacu ?
Ese es el Vate Carajo !
Incomparable y autentico como el solo, exquisito y refinado en un minuto, ordinario y atorrante en al siguiente, no busquen que no hay otro, un orgullo deustuano y es nuestro, el inigualable COQ,
el "Poeta Puto".
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