11 December 2011

Alexander Solzhenitsyn

Joda Criolla cambia de tema con facilidad: salta de comida a sexo, a literatura, más nunca política local para no asustar a cualquier alma delicada.

Por si acaso, se reciben pedidos de los deustuanos lectores.

Autor que descubrí en mis tiempos de estudiante. Tengo en mi biblioteca personal La casa de Matriona, y otras obras suyas.

Como todos los maestros rusos (Tolstoi, Gorki, Dostoievsly) es un escritor fundamentalmente pesimista.  Su obra no es lectura alegre, pero si hermosa y profunda.  No dejen de leer Un día en la vida de Iván Denísovich.


Alexander Solzhenitsyn (1918–2008) fue un escritor e historiador ruso, Premio Nobel de Literatura.

Creció en Rostov donde estudió matemáticas y física.  Se graduó en 1941 y sirvió en el ejército hasta 1945.  Participó en la mayor batalla de tanques de la historia (Kursk).

Detenido en febrero de 1945, fue condenado a ocho años de trabajos forzados por opiniones antiestalinistas que había escrito a un amigo.  Debido a sus conocimientos matemáticos fue llevado a un centro de investigación científica para presos políticos, lo que inspiró su novela El primer círculo.

En 1950 fue trasladado a Kazajistán, donde gestó Un día en la vida de Iván Denísovich, donde denuncia la vida de los prisioneros.  Se impidió que obtuviera el Premio Lenin y la obra fue prohibida, aunque se conseguía clandestinamente (samizdat).  En la cárcel trabajó de minero, albañil y forjador.  Contrajo un tumor; eso experiencia sirvió de material para su novela Pabellón de cáncer, que terminó en 1967.

En 1969 fue expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos. Le fue concedido el Premio Nobel de Literatura de 1970, pero declinó ir a Estocolmo por temor a que las autoridades no le permitieran regresar.

La primera parte de El Archipiélago Gulag se publicó en 1973.  Para escribirla entrevistó a 227 sobrevivientes de los campos de trabajo soviético, cuyas identidades protegió con celo, mezclando hechos históricos y autobiográficos con testimonios personales.  La obra desencadenó ataques al autor, quién fue acusado de traición, expulsado del país y privado de la ciudadanía en febrero de 1974.

El libro es un análisis del sistema de prisiones soviético, del terrorismo y la policía secreta, donde se enumeran las atrocidades de un Estado enfrentado a su propio pueblo.  Entre 1928 y la muerte de Stalin, entre 40 y 50 millones de personas fueron condenadas. Más de la mitad nunca regresaron.

En 1967 escribió: "No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla. La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón".

Se estableció en Estados Unidos en 1975 tras publicar Lenin en Zurich.  Volvió a su patria a la caída del bloque soviético, recuperando oficialmente la ciudadanía en 1994.  Tuvo un recibimiento digno de un héroe, a pesar de lo cual no dejó de ejercer hasta su muerte el pensamiento crítico sobre Rusia.

14 comments:

Carlos Orellana said...

Qué obsesivo eres, Moshé. Ya acaba con eso de la política. Lo que pasa es que como has sido toda tu vida "independiente" te es muy cómodo joder a los demás. Me gustaría que algún día tuvieras una camiseta. Tu posición es la del ventajista: eso no es de caballeros.
regresando al tema: no he leído a Solzhenitsyn, apenas lo he hojeado. Amigos escritores que lo han leído no lo alaban. Recuerdo que mi maestro Washington Delgado, un gran lector, se soplo El don apacible. Nada del otro mundo. Pero en vista de que recomiendas un texto, voy a volver a acercarme a él. Ahora, le dieron el Nobel por razones políticas, obviamente.

Aldo said...

Solzhenitsyn honestamente hablando fue un gran desconocido para mi, recien cuando recibio el Nobel escuche de el.

Quizas, por que en mis epocas juveniles todo lo relacionado a la Union Sovietica o Comunismo era bloqueado por mi inconsciente.

Alexander(para los rusos es como decir Juan en el mundo de habla hispana), fue un tipo diferente, o quizas un "bicho raro", hombre de ciencias, hombre de letras, militar, politico, y para su criterio un patriota que lucho a su manera por la libertad del yugo
Stalinista.

Siempre fiel a sus convicciones, hasta el final expreso abiertamente
su pensamiento.

Moshe said...

Querido aedo, te equivocas sobre Solzhenitsyn.

El libro que mencionas de Sojolov es un mamotreto escrito para complacer a los entonces jerarcas comunistas. No admite comparación alguna con Solzhenitsyn, tu colega laureado.

Házme caso y lee La casa de Matriona, muy breve compilación de cuentos, para que veas que es un maestro.

En lo que a la etiqueta de "obsesivo" y "ventajista" que me lanzas, respondo que no soy tal. Mejor dejemos el tema, porque te me arañas todita, querida.

Moshe said...

Aldo, yo lo descubrí en 1969, uno antes que le dieran el Nobel, gracias a un amigo de la UNI quien me prestó una copia de sus cuentos.

Personalmente siempre me han gustado los autores rusos (El jugador de Dostoievsky es una obra maestra, pienso), asi que Solzhenitsyn ha sido un favorito desde entonces.

Carlos Orellana said...

Si, tienes razón, touché.Ahora recuerdo que la crítica fue implacable, pero contra Solojov, autor de El don apacible.Aunque siempre he estado a gran distancia de Stalin, no he podido evitar estar también contra los autores del tipo de Solzhenitsyn y Pasternak, escritores anti soviéticos y que yo consideraba in flados por Occidente con propósito político. Eso es un prejuicio, sin duda, y por ello rectificaré mi posición con la lectura que me recomiendas.
Un caso de excepción es Joseph Brodsky, también Nobel y poeta, pero quizá la excepción se debió a que era un poeta y a un poeta se le perdona todo.
Aparte: leí hace algún tiempo una novela dostowieskyana, El hombre de Kiev, de Bernard Malamud (hijo de padres judíos rusos). Dostowiesky es un gran autor, pero su densidad me abruma. Me tocó dictar hace años una clase maestra sobre Crimen y castigo para un diplomado sobre Criminalidad ( de la escuela de psicología de una universidad). Fue un schock.

Mario Pablo said...

Somies,recién me entero que COQ dio una conferencia sobre criminalidad y literatura, pues bien, noticiado, lo convoco para que me ayude en mis cursos universitarios y desasne a los futuros abogados, muchos de los cuales ignoran que sólo se alcanza el título de jurista cuando se es humanista

Carlos Orellana said...

Es verdad, reverendo.Palabra de Dios.

Moshe said...

Mario, nosotros profundos asnos e ignorantes sabemos poco o nada de lo que conoce COQ, verdadera enciclopedia andante.

Es un iceberg: muestra solo el 10% de su masa.

Vivan el poeta y la joda, carajo.
Salud por eso con un Gewurztraminer "Prince les Abbes" Domaine Schlumberger 2007.

cvalqui said...

Moshe me auno a tu comentario "Mario, nosotros profundos asnos e ignorantes sabemos poco o nada de lo que conoce COQ, verdadera enciclopedia andante"

Estoy en schock.

cvalqui said...

Poeta siempre Poeta.

No hay más, que decir.

Mario Pablo said...

No sean pendex, queridos chuchasnever, lo que dije sobre la ayuda que requiero de Coqcito no es cachimba, porque muchos asuntos penales o, mejor dicho, dramas criminales, son penetrantemente tratados por la literatura; esto es lo que ocurre, además, con el escritor ruso que motiva la entrada del blog, qué mejor descripción de la tiranía y sus crímenes que la que hace en sus novelas, cualquier ensayo político al respecto empalidece ante la vivacidad literaria, lo propio sucede, por ejemplo, cuando se comparan los fríos ensayos sobre la tortura con la magnífica descripción que hace de ella MVARGASLL en la Fiesta del Chivo, en mi caso, esas líneas me transportaron a los calabozos y me hicieron sentir en carne propia los padecimientos de los torturados, eso es lo que jóvenes estudiantes de leyes deben aprender para buscar la verdad en la vida y no enclaustrándose onanistamente en secas teorias. He dicho, batracios sin charco.

Carlos Orellana said...

No he leído a Solzhenitsyn y le he atribuido un libro de Sholojov; no soy, pues, ninguna enciclopedia, Moshé. Tranquilo. Hablo de lo que conozco y leo todo el justo tiempo humano, pero tengo un oceáno de ignorancia en mí. Tranquilo.
En cambio tu eres más un espíritu enciclopédico pues has leído tanto como yo, pero has chupado el equivalente a las cataratas del Niagara y de Iguazu juntas, y te conoces las etiquetas del mejor whisky y no ignoras las marcas del mejor Racumín. Tu si eres la enciclopedia del siglo XVIII, Moshé. Tranquilo. No tires piedras a tu tejado de vidrio.

Aldo said...

Ilustre Poeta, usted no deja de sorprendernos, su vida esta llena de diversos episodios que lo califican altamente para que escribir su autobiografia.

Ahi estaremos, presente!, cuando llegue ese momento; por si acaso, yo tambien lo digo sin cacha.

Ese pasaje, donde le toco dictar una clase maestra sobre Crimen y Castigo, es solo una pincelada en
su archivo, y nos despierta el interes de conocer mas de su repertorio, Maestro.

Finalmente Coqcito, me quedo con sus palabras, las que lo pintan de cuerpo entero : "a un poeta se perdona todo".

Moshe said...

Como sugiere Aldo, la biografía del aedo se titulará Caché Como Cancha sin Cacha".