10 December 2011

Los abalones

Atiendo el segundo pedido del aedo, quien consume abalones en cantidades industriales debido a sus propiedades afrodisíacas.

Provecho y usted siga metiéndole fierro a las natachas, querido COQ.  Eso sí, mire bien a todos lados cuando salga a la farmacia Barba Azul a comprar su Viagra.  No queremos perderlo por segunda vez.

La apariencia de los de la foto de abajo lo dice todo. Se comen con doble gusto.


Los haliótidos (Haliotidae) son una familia de moluscos gasterópodos con un único género, Haliotis, muy estimado por su carne.  Conocidos como abalones, abalone en inglés y otros nombres: orea, señoritas, cribias, seis ojos, oreja de mar, lapa burra, paua, carne de pez, etc.

Es un molusco muy apreciado en Chile, Nueva Zelandia, Asia Oriental (China, Japón y Corea), Estados Unidos y México, lo que ha llevado a problemas de conservación.

Tienen una concha larga, plana, de forma ovalada, en una espiral de dos o tres vueltas.   En el margen anterior hay orificios a través de los cuales expulsan el agua contenida en el interior de la concha.  El exterior es rugoso y de color variable; el interior es de nácar irisado. 

El cuerpo presenta tres regiones: pie, masa visceral y manto.  El pie es un músculo plano ovalado, provisto de surcos transversales para fijar el organismo al sustrato; es grueso y la parte de consumo humano.  La masa visceral contiene los órganos, es aplanada.  El manto es membranoso, se extiende sobre la masa visceral cubriendo el borde de los orificios respiratorios, y cumple con la función de formación y crecimiento de la concha.

Habitan a lo largo de las zonas costeras, siendo la costa este de Sudamérica y los Estados Unidos la que menor diversidad de especies presenta; sólo dos: Haliotis pourtalesii y Haliotis aurantium.  La mayoría de las especies son originarias de las costas de las islas de Oceanía, África, Asia y el archipiélago del Japón (!tierra divina!, exclama este polaco).

El ponja de abajo, Tetsuya, es un chef maestro de maestros.  Tiene un restaurante excepcional (y carísimo) en Sydney, Australia.


6 comments:

Carlos Orellana said...

Queridos cuates: todos estamos pasando, en, o cerca de la base seis y hemos conocido esos maravillosos templos de la comida china que fueron el San Joy Lao o Ton Kin Sen. Allí nos condujeron nuestros mayores, redomados chiferos, a probar las delicias culinarias del Extremo Oriente. Recordad, entonces, os lo ruego, la mítica Gallina con abalones, cuya vista y olor acojudaba al comensal. Oh noches en las que aromas profundos generados por la técnica del salteado tomaban de rehenes nuestras pituitarias. Aunque parezca increible ya no siento, ni en los chifas más exclusivos, esa marea deliciosa de olores inolvidables. La masificación ha logrado imponerse no solo en los restaurantes de comida rápida, sino en los chifas, que ya no son templos de ningún culto. Me quiero morir dijo Moshé.

Aldo said...

Ese Chef ponja, el del restaurant carisimo en Sidney Tetsuya Toyito, que menciona el hebreo, es pariente cercano de Tukuro Tariko, Tumoko Taruro y Tukuka Tarota.

Cuando COQ visito Tokio por tercera vez, recibio como una alta distincion del Pais Oriental el nombre ponja : Keokuro Tukuro.

Mario Pablo said...

Chinitos pipilitongas, jalados advenedizos, tiene enorme razón Coq cuando nos llama a recordar los exquisitos olores que salían de las cocinas de esos antiguos y tremendos chifas de Capón. Cierta vez que visité el Ton Kin Sen, con la que luego sería mi compañera de toda la vida, cuando esperábamos nos sirvan, vimos que de pronto, hacia el fondo del salón, se abrieron de par en par las puertas de la cocina y salió un chino en bvd, envuelto en una nube de vapor, empujando un carro lleno de sabrosos platillos. Jamás olvidaré esa imagen, no sé si para bien o para mal, porque alguien podría confirmar, con ello, que los cocineros de chifa son sucios por tradición, eso no me importa tanto mientras mi paladar sea debidamente agasajado.

Carlos Orellana said...

Esa escena que cuenta el reverendo la he vivido también. En realidad los cocineros chinos no se arredraban ante una posible reprobación del comensal peruano; creo que intuían que estábamos fascinados por esa atmósfera medio dantesca que ofrecía la vista de soslayo de sus cocinerías. Nubes de vapor, llamas, marejadas de olores que perturbaban y seres semidesnudos como el cocinero que apsrece con las viandas. Medio fellinisco el cuadro, pero, repito, fascinante y acojudante. En parte esa era una mise en scene propicia, propiciatoria y preparatoria de la gran comilona.

Carlos Orellana said...

No hay que olvidar que Kiko también visitó Nihon y casi fue convencido de quedarse en el zoo de Tokio donde le ofrecieron una jaula climatizada y un nombre ponja: Tumono Sekaga.

Carlos Orellana said...

Ojo con esto:
"Científicos chilenos encuentran en la proteína hemocianina, presente en la sangre del loco, una alternativa para combatir el cáncer de vejiga y próstata. Esto gracias a que esta proteína gatilla la producción de anticuerpos.[cita requerida]
Esta vital sustancia es además un poderoso inmunoestimulante humano, siendo capaz de detonar la respuesta defensiva a niveles sorprendentes.
La biotecnología ha aprovechado esta capacidad de la hemocianina para diseñar las "vacunas del futuro", que no inocularán virus o bacterias atenuados, sino pequeños trozos de proteínas que inducen y potencian la produccion de anticuerpos específicos. También para desarrollar alternativas más eficientes en el tratamiento de algunos tipos de cáncer en humanos."
Aún sigo confundido por los locos o chanques(concholepa concholepa) y los abalones (aliotis). Aunque comercialmente se les tiene por una misma especie, tienen nombres científicos diferentes y una concha o conchilla diferente. ¿Son diferentes o no?