30 December 2011

Suspiro de limeña

Postre riquísimo.  Mi vieja nunca lo ha preparado y no recuerdo haberlo comido seguido de joven.  

En una de mis visitas a Lima probé dos inolvidables: uno de chirimoya en un almuerzo en casa de un amigo, otro de lúcuma en el restaurante Pescados Capitales (fotografiado abajo).


El suspiro de limeña es un postre tradicional de la gastronomía del Perú.
 
Los orígenes del postre datan del siglo XIX en la ciudad de Lima, sin embargo tiene una clara influencia árabe.  Es mencionado por primera vez en 1868 en el Nuevo Diccionario Americano de Cocina con el nombre de Manjar Real del Perú.

Su historia se inicia con la esposa del aedo José Gálvez Barrenechea, Amparo Ayarez, quien ideó la receta.  El poeta bautizó el postre por ser suave y dulce como el suspiro de una mujer limeña.

La base es el manjar blanco, una crema espesa de leche, almendras y azúcar; ingredientes de origen árabe e ibérico.  El otro elemento es el merengue, también llevado por los españoles.   

En los últimos años, debido a la internacionalización de la comida peruana, su consumo se ha extendido a otros países donde peruanos han emigrado y abierto restaurantes (!excepto Wellington, carajo!)


6 comments:

Moshe said...

El preferido del poeta es el suspiro de puneña, porque le hace acordar a Petronila, la doméstica de su casa y nativa de Pono, digo Puno.

Carlos Orellana said...

El postre preferido de Yehude es Suspiro Tel Aviv, pero más suspira cuando no te la ve.

Moshe said...

Suave camay, morocho. No me vendas.

Mario Pablo said...

Haber Coqcito ¿por qué llaman a este dulce Suspiro, quizás por lo extremadamente dulce?, aunque,si es por eso, según mi modesto criterio, no aciertan sus seguidores, ser empalagoso no es una virtud sino un defecto. Lo he comprobado, luego de saborear una copita se me irrita y suelta el estómago. ¿Les sucede lo mismo o estoy hasta el win?

Aldo said...

No le falta razon al hermano Mario Pablo, el suspiro es extremadamente dulce, lo suficiente para que te condusca al expiro.

Particularmente hablando me quedo con el frejol
colao, y la mazamorra de cochino, mi viejita los hacia deliciosos.

Moshe said...

Asi es Pastor, esta usted hasta las cangallas de las verijas si este postre tan delicado y delicioso le cae mal.

Personalmente, me arrimo no una sino dos copas de suspiro sin dudar.

Mi abuela preparaba dulces tradicionales buenísimos, como ranfañote, manjarblanco de quinua y niños envueltos, que no sé si aun se vendan en Lima.