EL ESCARABAJO Y UNA HISTORIA DESCONOCIDA
Como Jacinto Machukao, Moshé Pederewski, el Cíclope García, Pulgoso Valqui, Yiriiin, Vittorio y otros deustuanos más, Algo Dalván no se daría cuenta de que había empezado otra etapa de su vida sino hasta el último día de clases de 1968. Al llegar a su casa con la camisa autografiada por todas partes, y en algunos casos garabateada por dibujos obscenos, recién pudo darse cuenta que el ocio y la molicie que él y otros llamaban Secundaria se había acabado definitivamente. Ya su viejo no destinaría un sol más a esa fábrica de vagos y pajeros que llevaba el pomposo nombre de Colegio Alejandro O. Deustua.
El Mono Dalván carburó que debía ahora ingresar a la universidad para seguir viviendo de su viejo. Así pues, quemó pestañas y neuronas y logró el objetivo de ingresar a la universidad. Pero como empezó a remorderle la conciencia, decidió estudiar y trabajar al mismo tiempo. Por eso se hizo de una chambita de visitador médico donde le pagaban buen billete, y podía tener, además, la suerte de que entre cada diez doctoras choclonas y federales, le tocara un churrito con delantal blanco y estetoscopio. Mono se alucinaba un galán de telenovela, un Ricardo Blume de la farmacéutica, y en verdad le ligaron varios choque y fuga.
Los visitadores médicos hacen su collera, no importa a qué laboratorio pertenezcan y es así que Algo Dalván se vio inmerso en las correrías y tropelías de un variopinto grupete que empezó a asolar la discoteca de moda de mediados de los 70s: El Escarabajo.
Este antro se había inaugurado en diciembre de 1972 como parte de un complejo que se hallaba en Nicolás Arriola y esquina con Javier Prado. El dueño era Percy Friedrich, amigo de un integrante del grupo que se hacía llamar “Los Chicos Falos”.
Las instalaciones de "El Escarabajo" constaban de una discoteca, un pequeño bar-restaurant y una sección donde se servía pollo a la brasa. Al lugar empezaron acudiendo la personalidades como la reina de belleza Carmen Amelia Ampuero y otras beldades, pero con el tiempo algunas pamperas se cayeron por allí y se quedaron.
A Algo Dalván nunca lo habían llamado Maquisapa, chapa deustuana, hasta que una buena noche se encontró con su chochera del alma, Carlos Pulgoso Valqui. Pulgoso había ingresado ya a la Universidad Nacional Agraria y se gastaba unos aires de graduado ya no ya. El flaco también se alucinaba un Tony Curtis y era la mar de disforzado con las hembritas. Nunca se acercaba a saludar a las mujeres, ellas eran las que se le arrimaban.
Pulgoso se confundió en un sonoro abrazo con Mono Dalván a quien había distinguido entre el ruidoso gentío de El Escarabajo. “Jereto, mi hermano, cómo estás, en qué andas”, se le escuchó decir al flaco, muy entusiasmado y al parecer, ya con media botánica de ron adentro. Como estaba solo aceptó sentarse entre “Los Chicos Falos”. Pasaron dos horas y ya se habían arrimado, como solía decir Jacinto Machukao, dos docenas de cebadas. Ya todo el mundo llamaba Maquisapa a Dalván, porque la chapa era precisa. Su singular nariz partida, una formación medio rara, le daba el aire del conocido primate sudamericano llamada maquisapa. Pero en realidad Dalván tenía la agilidad para bailar y moverse de un platirrino.
En medio de la reunión al alguien se le ocurrió proponer que fueran al Snack-Bar Jamboree porque a eso de la una de la mañana caían por allí unas modelos de TV. El único que no fue de la partida fue Pulgoso Valqui que descubrió esa noche su extrañísimo gusto por las féminas obesas. Pulgoso había visto a una chica gordísima y se le había pegado. Todos le dijeron “Tas loco, compadre, vamos a buscar unas hembritas normales”, pero Pulgoso terqueó, le gustaba el tejido adiposo, éste le producía morbo y lascivia. Para colmo de males en El Escarabajo se solía poner cada noche la canción con la letra esa que dice “ es una gorda feliz, feliz bailando twist”. Daba pena y vergüenza ver a la elefantina bailando con una culebra saltarina.
Efectivamente en el Jamboree tomaban unas bebidas no alcohólicas varias hembritas del carajo que sin duda estaban esperando que patitas como “Los Chicos Falos” se acercaran a ellas. Todos, excepto Algo Dalván, se lanzaron sobre un grupo muy animado de lindas chicas y aterrizaron con éxito. Dalván, más cauto, más selectivo, aparentemente más mosca, prefirió pasear su lenta y escrutadora mirada de James Bond del sexo ocasional por todo el local. ¡Eureka! se dijo a sí mismo cuando descubrió en el fondo del local a una hembrichi solitaria, muy hermosa, bebiendo sola. “Yo mismo soy” se dijo porque esa frase que se haría famosa mucho después la inventó él. “Yo mismo soy” y se mandó con todo al fondo del Jamboree.
-¿Por qué tan solita?
Ella volteó la mirada hacia los ventanales que daban a la calle y no respondió, pero Dalván se dio cuenta que reprimía una coqueta sonrisa.
-¿Quién te comió la lenguita?
Ahora ella sí volteó y le enseñó la “lenguita”, sacándola de un modo muy pícaro. A Maquisapa se le derritió todo. Huy curuju, se dijo. Ha bajado bandera.
-¿Me puedo sentar?
-No hay ley que lo prohíba-dijo ella pendejísima.
Para hacerla corta se volvieron todos a El Escarabajo, porque en el Jamboree no se podía bailar, cosa que Dalván hacía bien, y menos “puntear” que Maquisapa hacía más que bien.
A eso de las 2 de la mañana, ya de los arrumacos se pasó a una metida de mano en toda la línea, preámbulo del telo que vendría más adelante. Fue en esa ocasión que Pulgoso, que se había ganado con unos aparres escandalosos de Dalván, aparres con cambio de lengua y punteos descarados, se acercó y lo jaló a éste a un lado.
-¿Qué pasa, cuñao- dijo Maqui sorprendido y con la lengua estropajosa
-Ta madre, jereto, se ha pajareado usted
-¿De qué hablas, huevón, si la jerma está ya lista para la parrilla?
-Yo sé lo que le digo, jereto, esa hembrita no le conviene
-La gorda esa de mierda con la que baila tampoco, y yo no me meto en su vida, maestro.
-Ta madre, me obliga usted a decirle que la señorita con la que baila es…
-Una reina de belleza…no sea envidioso, maestro.
-Jereto, me va a odiar pero es mi obligación decirle que esa costilla es…..nada menos que Coco Marusix.
El Mono Dalván carburó que debía ahora ingresar a la universidad para seguir viviendo de su viejo. Así pues, quemó pestañas y neuronas y logró el objetivo de ingresar a la universidad. Pero como empezó a remorderle la conciencia, decidió estudiar y trabajar al mismo tiempo. Por eso se hizo de una chambita de visitador médico donde le pagaban buen billete, y podía tener, además, la suerte de que entre cada diez doctoras choclonas y federales, le tocara un churrito con delantal blanco y estetoscopio. Mono se alucinaba un galán de telenovela, un Ricardo Blume de la farmacéutica, y en verdad le ligaron varios choque y fuga.
Los visitadores médicos hacen su collera, no importa a qué laboratorio pertenezcan y es así que Algo Dalván se vio inmerso en las correrías y tropelías de un variopinto grupete que empezó a asolar la discoteca de moda de mediados de los 70s: El Escarabajo.
Este antro se había inaugurado en diciembre de 1972 como parte de un complejo que se hallaba en Nicolás Arriola y esquina con Javier Prado. El dueño era Percy Friedrich, amigo de un integrante del grupo que se hacía llamar “Los Chicos Falos”.
Las instalaciones de "El Escarabajo" constaban de una discoteca, un pequeño bar-restaurant y una sección donde se servía pollo a la brasa. Al lugar empezaron acudiendo la personalidades como la reina de belleza Carmen Amelia Ampuero y otras beldades, pero con el tiempo algunas pamperas se cayeron por allí y se quedaron.
A Algo Dalván nunca lo habían llamado Maquisapa, chapa deustuana, hasta que una buena noche se encontró con su chochera del alma, Carlos Pulgoso Valqui. Pulgoso había ingresado ya a la Universidad Nacional Agraria y se gastaba unos aires de graduado ya no ya. El flaco también se alucinaba un Tony Curtis y era la mar de disforzado con las hembritas. Nunca se acercaba a saludar a las mujeres, ellas eran las que se le arrimaban.
Pulgoso se confundió en un sonoro abrazo con Mono Dalván a quien había distinguido entre el ruidoso gentío de El Escarabajo. “Jereto, mi hermano, cómo estás, en qué andas”, se le escuchó decir al flaco, muy entusiasmado y al parecer, ya con media botánica de ron adentro. Como estaba solo aceptó sentarse entre “Los Chicos Falos”. Pasaron dos horas y ya se habían arrimado, como solía decir Jacinto Machukao, dos docenas de cebadas. Ya todo el mundo llamaba Maquisapa a Dalván, porque la chapa era precisa. Su singular nariz partida, una formación medio rara, le daba el aire del conocido primate sudamericano llamada maquisapa. Pero en realidad Dalván tenía la agilidad para bailar y moverse de un platirrino.
En medio de la reunión al alguien se le ocurrió proponer que fueran al Snack-Bar Jamboree porque a eso de la una de la mañana caían por allí unas modelos de TV. El único que no fue de la partida fue Pulgoso Valqui que descubrió esa noche su extrañísimo gusto por las féminas obesas. Pulgoso había visto a una chica gordísima y se le había pegado. Todos le dijeron “Tas loco, compadre, vamos a buscar unas hembritas normales”, pero Pulgoso terqueó, le gustaba el tejido adiposo, éste le producía morbo y lascivia. Para colmo de males en El Escarabajo se solía poner cada noche la canción con la letra esa que dice “ es una gorda feliz, feliz bailando twist”. Daba pena y vergüenza ver a la elefantina bailando con una culebra saltarina.
Efectivamente en el Jamboree tomaban unas bebidas no alcohólicas varias hembritas del carajo que sin duda estaban esperando que patitas como “Los Chicos Falos” se acercaran a ellas. Todos, excepto Algo Dalván, se lanzaron sobre un grupo muy animado de lindas chicas y aterrizaron con éxito. Dalván, más cauto, más selectivo, aparentemente más mosca, prefirió pasear su lenta y escrutadora mirada de James Bond del sexo ocasional por todo el local. ¡Eureka! se dijo a sí mismo cuando descubrió en el fondo del local a una hembrichi solitaria, muy hermosa, bebiendo sola. “Yo mismo soy” se dijo porque esa frase que se haría famosa mucho después la inventó él. “Yo mismo soy” y se mandó con todo al fondo del Jamboree.
-¿Por qué tan solita?
Ella volteó la mirada hacia los ventanales que daban a la calle y no respondió, pero Dalván se dio cuenta que reprimía una coqueta sonrisa.
-¿Quién te comió la lenguita?
Ahora ella sí volteó y le enseñó la “lenguita”, sacándola de un modo muy pícaro. A Maquisapa se le derritió todo. Huy curuju, se dijo. Ha bajado bandera.
-¿Me puedo sentar?
-No hay ley que lo prohíba-dijo ella pendejísima.
Para hacerla corta se volvieron todos a El Escarabajo, porque en el Jamboree no se podía bailar, cosa que Dalván hacía bien, y menos “puntear” que Maquisapa hacía más que bien.
A eso de las 2 de la mañana, ya de los arrumacos se pasó a una metida de mano en toda la línea, preámbulo del telo que vendría más adelante. Fue en esa ocasión que Pulgoso, que se había ganado con unos aparres escandalosos de Dalván, aparres con cambio de lengua y punteos descarados, se acercó y lo jaló a éste a un lado.
-¿Qué pasa, cuñao- dijo Maqui sorprendido y con la lengua estropajosa
-Ta madre, jereto, se ha pajareado usted
-¿De qué hablas, huevón, si la jerma está ya lista para la parrilla?
-Yo sé lo que le digo, jereto, esa hembrita no le conviene
-La gorda esa de mierda con la que baila tampoco, y yo no me meto en su vida, maestro.
-Ta madre, me obliga usted a decirle que la señorita con la que baila es…
-Una reina de belleza…no sea envidioso, maestro.
-Jereto, me va a odiar pero es mi obligación decirle que esa costilla es…..nada menos que Coco Marusix.
12 comments:
Sensacional destape, amigos. Esta brillante nota nos descubre una sensual y carnal faceta, hasta hoy desconocida, del prensil washingtoniano.
Personalmente, nomino al autor para el Premio Planeta, anteriormente ganado por Conejo Viejo.
Chapla dixit:
Coqfaris, gracias por autoproclamarte, como normalmente lo haces, pues el autobombo te encanta y mata, psicoanalista y diagnosticar que vivo engañado y sumido en la avaricia, al respecto sería bueno comparar patrimonios y declaraciones juradas de renta ¿pagas impuestos, llevas libros de contabilidad, aportas según tus ingresos al tesoro público, tu RUC está vigente?. Antes de fijarte en los demás mortales, exhibe tu historial tributario, pues como ex funcionario público estás en la obligación de ser transparente ¿o no?. Una chiquita final: así como te botas y haces alarde de vigor, valentía y demás yerbas, ahora te autodenominas estratega que lanza misiles y dices que te contestamos con modestas granadas de humo. Sigue por ese camino y quizás se te haga realidad el sueño de la curul propia. Apúrate choche que en ese empeño tienes que preparar y servir el cebiche de tu engreído. Creo que Hildebrandt te mención en una última edición ¿la leíste?
Vamos por partes y cucharadas.
1.Me encantaría comparar patrimonios, declaraciones juradas de renta, pagos de impuestos y etcéteras.Como comprenderás ya me hubieran colgado de los bolivianos si me pescaran un centavo mal habido.
2.Si se compara lo que heredé con lo que tengo se concluirá, facilmente, que el dinero no es algo que me quite el sueño.
3.Mas allá de mi patrimonio un estilo de toda la vida me define. No soy ni seré nuevo rico.
4.Como boga sabes muy bien que existe toda la información sobre propiedades y tributos al alcance de cualquier ciudadano, de modo que solo se puede ocultar lo que a uno le paguen bajo la mesa clientes muy especiales. ¿Eso se declara? Por supuesto que no, querido.
5.Finalmente están los signos exteriores de riqueza. En estos 13 años desde el 2000 mis vecinos del edificio sin ascensor donde vivo te dirán cuanta plata tengo escondida. Y aunque no le debo a la señora de los periódicos y al tendero de la esquina (no se porque hablas dicho eso como chiste si me consideras sospechoso de riqueza mal habida), mi madre murió en el Hospital Hipólito Unanue (ex Bravo Chico) y testigo de ello es el doctor Rafael Delgado, me parece que viejo conocido tuyo, y sobresaliente médico realmente comprometido con los pobres.
6. Así es la vida, mi madre debe internarse en un nosocomio público y mis hijos mayores nacieron en la Clínica Javier Prado y mi padre murió allí mismo y fue a tratarse su cáncer al Memorial Hospital de Houston, el mejor centro oncológico del mundo. ¿Qué más pruebas de mi honradez?
6. Todo mi patrimonio heredado que fue adquirido por mi padre entre 1960 y 1980 me ha servido de adorno por la persecución política implacable. Ya ese tiempo acabará y entonces volveré todo a ser normal, pues quien lo hereda no lo hurta.
7) En cuanto a lo que dice Hildebrandt no es la primera vez. Lo ha repetidoi varias veces, sin que yo y mi amigo PM lo desmintamos. No soy ni la décima parte de inteligente que PM como para llevarlo de las narices a donde no quiere ir. Suponer que PM se vende es una canallada. Un hombre ligado permanentemente a San Marcos, con signos exteriores de probidad y compromiso con el país, como tu conocido Oso Delgado, no merece ser tratado así. El aún sigue en San Marcos, como Delgado en el Hipólito Unanue. Honor a ellos.
Los historiadores, sociólogos y en general intelectuales de la "izquierda" caviar de la PUC que todos los días despotrican contra el imperialismo norteamericano, como tú, pero que no le han hecho nunca asco a las becas Ford, Guggenheim o de la Fundación Rockefeller no tienen autoridad moral para juzgar a PM.
Finalmente te dejo una cita de un chino, que no es tu dilecto Mao, sino Confucio:
"La peor cobardía es saber lo que es justo y no hacerlo.
Confucio me confunde, choche. El mejor filósofo que conozco es un compatriota polaco apellidado Belvedere.
Este humilde hebreo le pregunta a Maqui: ¿qué tal chapaba Coco?
Canta, tío.
Tiene que tomar Memorex. Además mañana borras esta vaina porque su esposa va a leer este post en las vacaciones virginianas. Puedes imaginarte que si al saber que Algo era el rey limeño de punteo,y lo castigo con dormir en el sofa, ahora con estas revelaciones no le van a dar ni la alfombra de Sami, su perro. No le hagas ese daño al puntero mentiroso. Además en la noche todos los gatos son pardos y desde esa noche Maqui ha desarrollado un olfato increible para detectar trans.
El silencio del prensil es entendible, aunque confío nos dé detalles de su juvenil revolcón con Marusix. Ay, que rico.
Si su lengua es viperina, su pluma es venenosa, que tal sablazo que solto el vetusto escritor con esa filuda fabula.
Hay que reconocer que "Charolito" tiene gracia y talento para narrar, por cierto, gran parte de sus lineas son casi una copia fiel de la original, no lo niego, no me me averguenzo, ni me arrepiento, de muchacho fui inquieto y movido,
siempre observando y apreciando si un buen tarro se ponia adelante, pero, al mismo tiempo era responsable de mis obligaciones.
En cuanto al broccoli que el escritor incluye en su relato, NICANOR, paso, eso lo dejo para otra gente, ahi no entro ni con
un revolver en la cien.
Maqui niega, chupa y dice que es menta.
El "hombrón", "valiente", "mártir","estratega lanzador de misiles", resultó un ratoncillo con ojos asustados y tan pusilánime como cuando en pasada reunión se puso grosero y llenó la boca mentando la madre a diestra y siniestra hasta que un contertulio le advirtió que no siga diciendo estupideces; ahora, apenas se le hizo una pregunta muy sencilla ¿pagas tus impuestos? (fuente importante para que se atiendan los servicios públicos a que tienen derecho las personas más necesitadas)no responde y prefiere presentarse como menesteroso. ¿Cómo empezó este intringulis?, el blog recoge el itinerario del conflicto. Al ratoncillo le gusta cochinear, pero cuando se le toma el pelo y se lo bate mencionando a su patrón, al que como mozo de estoques acostumbraba prepararle la comida, lavarle y colocarle las medias, además de hacerlo hablar tonterías, salta hasta el techo, recuerda las enseñanzas y el bucólico aprendizaje "sinistas", y nominándose impoluto inquiere sobre el patrimonio ajeno; ay ratoncillo, si te picas y no puedes aguantar la joda, llévate la pelota, pero no te hagas el tercio y menos el resentido. Una pastillita final, ahora resulta que también es "abogado" porque dice que cualquier ciudadano puede acceder a la información sobre propiedades y rentas de los demás. Churchil, desapareció la reserva tributaria, el ratoncillo, compadre y cebichero de los inventores del "RUC sensible", para proteger a los pendex que se enriquecieron en la década del 90. Entiende, querido, la pregunta es sencilla y la respuesta también: ¿Pagas impuestos, cuál es tu contribución al tesoro público y, de esa manera, al sostenimiento de las políticas públicas que los necesitados reclaman? ¿Tiene derecho a hablar el "valiente" que no es capaz de meter mano en su bolsillo y cumplir con obligaciones elementales?
Siempre he pagado mis impuestos, y si tienes una prueba de que no es así, simplemente muestrala o señalala.Así de simple. Para ser evasor de impuestos tendría que tener ingresos como los tuyos y no los he tenido desde el 2000. Mis ingreasos han sido modestos desde entonces. Todos los que me conocen saben que todas las puertas de diarios, revistas y canales de TV y otros se me cerraron. Y no por incompetente. En buena cuenta me la he recurseado. Hablas cínicamente de pagar impuesto como si fuera un "abogado caro". De donde, pues, papay.
Cuando he tenido chambita en universidades como la San Martín, o la UAP, la revista Gente o alguna editorial, por cortas temporadas, he ganado lo mismo que le pagas a tu secre (supongo que no la explotas). Todas estas entidades descuentan el impuesto además.
Cabe otra posibilidad, que tenga ingresos profesionales que no declare. No tengo clientes o empleadores que prefieran usar efectivo que viene del Huallaga y no pidan factura o dejen de incluir al servidor en una planilla. Generalmente quienes pagan una parte de modo formal y otra de modo informal son los narcos y yo no he tenido nunca en mi vida una vinculación con esa mugre.
Pero en la decada pasada he tenido que pagar grandes deudas y por ello vendido propiedades. Eso si se puede ver en SUNARP y constatar, querido, que ni ha habido subvaluación ni he dejado de pagar impuestos.
Así que tu pregunta varias veces reiterativa de si pago impuestos o no busca neutralizar todo lo que he dicho de tí. No he dicho que no pagas tus impuestos. Creo que si los pagas puntual y religiosamente. Eso es verdad. Todo lo demas que dije de tí no es menos verdad. No te hagas el tercio.
Y te felicito porque ahora pienses que con los tributos se pueden llevar adelante politicas públicas que supongo terminarán con la pobreza, y con con una revolución violenta. Supongo que te ha hecho bien el aire refrescante de la PUC que ha reemplazado al aire enrarecido de San Marcos. Has cambiado de ambiente y de manera de pensar. Ahora te falta tu curul, que eso es lo que tu quieres y yo no. Una curul te haría a tí mas importante, a mi menos importante. O a lo mejor tienes expectativas más altas y emulas a tu carnal Ñique y te lanzaa a la Presidencia el 2016. Te juro que votaré por tí.
Y yo no me hago el impoluto y el honesto. No, querido, yo no tengo manchas del tipo que tu crees y eso es un mérito que tu cinismo y tu mezquindad no pueden reconocer.
De todas maneras votaré por tí.
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