2 May 2013

Espía rusa

Bocadillo eslavo, ricotona espía rusa.  Aunque un brócoli prefiera los rusos.


Anna Chapman (1982) es una empresaria de orígen ruso, que viviendo en Nueva York, fue arrestada el 27 de junio de 2010 bajo sospecha de trabajar para la agencia de espionaje exterior de la Federación Rusa, la SVR (Sluzhba Vneshney Razvedki).  

Chapman se declaró culpable del cargo de conspiración como agente de un gobierno extranjero, y fue deportada bajo el tratado de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia.

9 comments:

Moshe said...

COQcabrilla prefiere al machazo Putin.

Coquin said...

No te sale el chiste, Care Vieja, ¿por qué insistes?

Mario Pablo said...

Para que Fantomas no se arañe y lleve la pelota como el chiquillo del barrio, negado para jugar fútbolito o achuntarle a un balón más grande que un dirigible,para que no se resienta y diga: "fúchila, me voy a fundar otro blog que ni yo mismo leo", he decidido no tocarlo ni con el petalo de un cactus, dejarlo en las tinieblas de la noche, atrapado en su closet

Moshe said...

Tu mismo anunciaste eso de la "quemada de arroz". Quién soy yo, humilde hebreo, para contradecir tus viriles gustos. La vida es breve, la carne es débil. A gozar, moreno.

Moshe said...

Carlitros pregunta quién le dió escuela al poeta.
Nadie, querido Sir Charles. El moreno es pueblo, tiene el salero de su raza, enjundioso como buen chinchano. Al Crolo lo que es del Crolo.

cvalqui said...

El Poeta es como el azúcar al jugo de frutas, le da sabor al BLOG. Un morocho con la moral por los cielos.

Coquin said...






La deuda


















Un árabe le pidió dinero prestado a un judío.
El árabe jamás en su vida había pagado una deuda, y el judío jamás había perdido un centavo.

El árabe no devolvía el préstamo y se le había estado escondiendo al judío hasta que un día se encontraron en el bar de un gallego.

Empezaron a discutir, el árabe acorralado no encontró otra salida que sacar una pistola se puso en la sien y dijo:
¡Podré irme al infierno, pero no pagaré esta deuda! apretó el gatillo y cayó muerto.
El judío, sin pensar dos veces, agarró la pistola se puso en la sien y dijo:
¡Cobraré ese dinero así sea en el infierno! apretó el gatillo y cayó muerto.
El gallego, que observó todo, tomó la pistola, se puso en la sien y dijo:
¡Caramba, por nada del mundo me pierdo esta pelea!

Moshe said...

¿Qué te parece la rusita, COQarrecho? Un poco flaca, pero colchonable.

Carlos Orellana said...

Nunca me han gustado las eslavas y sus caras de tísicas. Por lo demás desde temprano adquirí un prejuicio (irracional como todo prejuicio) respecto de la relación entre mujer eslava y hemofilia (por lo del Zar Nicolás). No me gustan. Las mujeres que me agradan son las nórdicas, gusto que comparto con Sammy Davis Jr. y con Pelé.