26 June 2012

Pal calentao

El gourmand y sibarita morocho me envía esta nota, que copio en su integridad, sin agregar punto o coma, excepto enmendar un rarísimo error tipográfico suyo.

Allí te mando, judío pulefenta y moeísta, un par de fotos para tu colección de fotos de comida. 
 
Allí el chinguirito (plato emblema de la cocina chiclayana) aparece con rocoto; eso es un error pues lo que en verdad lleva es el norteño ají limo; su guarnición es de choclo desgranado y nada más.  

 
El otro plato son los famosos tallarines en salsa verde (albahaca y espinaca), mixtificación perucha que hemos padecido en nuestra infancia limeña y clasemediera; nuestras madres y abuelas remedaron este plato introducido en el Perú por los genoveses.  Conservaron muchos aspectos, pero reemplazaron ingredientes de la manera más audaz; dejaron la rodaja de papa que si se sirve en Génova. 


En la foto (del nuevo restaurante de comida fusión de Gastón Acurio, Los Bachiche) está acompañada no del clásico bisté limeño (carne recocida) sino de unos vulgares niños envueltos.   

12 comments:

Carlos Orellana said...

Judío de mierda.

Mario Pablo said...

Ya me asó este pendex COQleóptero, mis interrogantes son simplísimas, no esconden ninguna criollada, y buscan que nuestro literato esclarezca el asunto MVLL: ¿Cuáles son tus críticas literarias, Coquimbo, a las obras recientes de nuestro Nobel: El Paraíso en la otra esquina, La fiesta del chivo y el Sueño del celta? ¿Por qué dices que MVLL son dos personas y cómo se refleja esto en su creación artística?
Lo de Yenan no merece detenerse mucho. Mao no es y ni será eternamente reconocido por analizar y solucionar los intringulis literarios o artísticos, sino por conducir a su pueblo y liberarlo de la dominación interna y externa, que ya es mucho decir, de manera que no tengo porque consentir que el camino socialista y democrático deba inventar criterios, al estilo de un programa político, para decirle a los artistas qué deben hacer y qué no; cualquier esfuerzo en este sentido está condenado al fracaso, el arte tiene sus propios cauces y leyes internas, es el escenario donde lo social e individual cobran manifestaciones insólitas, diría yo, extremadamente dialécticas. Las notas de Yenan no me guían, si la postura de Mariátegui que muy temprano, con motivo de la Revolución de Octubre, saludo entusiasmado la novela Cemento, obra nada ortodoxa, según las reglas del realismo so´viético. No te hagas el tercio y habla barrio
A propósito de Hegel, metió la cuatro cuando, efectivamente, saludó el régimen prusiano y sentenció que la idea absoluta se consumaba en el Estado.

Carlos Orellana said...

Aguanta, carellanta, que en Limamanta sabemos que para tí, la de Mao es palabra santa. Entre Mao y Tao, pareces que como el judío, estuvieses mamao. Tu mismamente te contradices: no aceptas que haya dos Conejo Viejo, pero sí un Mao bueno y liberador y otro, que no se liberaba de su mecanicismo stalinista. Ponte de acuerdo conitigo mismo o voy a pensar que res un prusiano huancaíno, un helegiano ferrandesco o un dialéctico congelado.

Moshe said...

Horror. Me llama mierda sin razón alguna.
Soy un alma sensible y eso duele, tío poeta.

Mario Pablo said...

Oiga caballeroooo, no joda, no atarante, conteste las sencillas preguntas que le he hecho, e ilústrenos, repito, como ahora dicen los cojinovas: "vuelvo a repetir": cuáles son las críticas literarias que su excelencia hace a MVLL y cómo la doble personalidad que le atribuye influye en su obra. Algo final no quiero ni imaginarme que de los tres libros mencionados, Ud. queridísimo duque de Breña, no haya leído ninguno ¿o sí?

Carlos Orellana said...

Sí, basta con decir "repito". Touché. Solo he leído "La fiesta del chivo" de esos tres. No me gustaron Los Cachorros, Pantaleón y las visitadoras, La guerra del fin del mundo, Lituma en los Andes (me entretuvo), La tía Julia y el escribidor y otros. Leo novelas no solo para entretenerme, para entretenerme veo a Mr. Bean; leo novelas para acompañar al autor por un viaje reflexivo, una invitación a compartir una sensibilidad y una visión del mundo. Dejo los libros fáciles y que entretienen,. Hay tanto por leer que no se puede perder el tiempo. Tengo una biblioteca de 7 mil y obviamente no he leído ni el 20% de ellos; no puedo perder el tiempo. El judío piensa exactamente igual que yo, sino probablemente su dósis de entrenimiento es mayor.

Carlos Orellana said...

Retiro lo de judío de mierda. ¡Mierda, nomás!

Carlos Orellana said...

Jajaja. Esto es joda pura, líder de Los tres chiflados.

Mario Pablo said...

Ahora sí, joven, como decía Pandinflas, nos vamos entendiendo y como lo veo risueño, Coqlibrí, le mando un abrazo y un beso en la calva para que no diga que se me quema el arroz, yo lo quiero, como a los demás gandules que infestan este blog, pero como se trata de joder hay que joder, porque el mundo se va a acabar. Ojalá que pronto Pirincho se digne bajar al llano y visitar la santa tierra para invitarle mote, cancha, cuy, chapla y también un soberano canorte en unión de todos los deustuanos, entre tanto los que residimos en Limonta pactemos un encuentro, el tour de chifanás, bajo la guía del maestro Coqcobolo

Moshe said...

Coincido en que hay ser selectivo en la lectura. Leo no para entretenerme, sino para gozar del placer literario, que cada uno de nosotros percibirá de manera distinta.

No me confino a un tipo de lectura, leo de ficción a historia, pasando por la ciencia (física y matemática).

Estoy en desacuerdo con COQimori. Pantaleón y las visitadoras es una muy buena novela, y La Guerra del fin del mundo una gran novela (releída tres veces, para confirmar mi opinión).

tenorio4545 said...

Coincido con Moshe, Pantaleón y las visitadoras me pareció una muy buena novela. Yo sí leo para entretenerme y la mencionada novela siempre que la releo me entretiene, no me aburre.

Mario Pablo said...

Dieron en el clavo, cargadores de La Parada, la mayoría de lectores peruanos, que lamentablemente somos pocos, leemos para entretenernos, gozar, fabular,sentir. Cuando un literato es capaz de satisfacer estas expectativas NO PUEDE SER MALO, el mediocre o inútil aburre