17 June 2012

Bernardo Bertolucci

Su hermano Giuseppe acaba de morir.  Joda Criolla rinde merecido homenaje al otro, Bernardo, un maestro del cinema. 


Bernardo Bertolucci (1941) es un director de cine italiano.  Su película The Last Emperor ganó nueve premios Óscar en 1988. También dirigió Novecento y El último tango en París.

Estudió en la Universidad de Roma, donde ganó fama como poeta.  Se inició en el cine con cortometrajes en 16 mm.  En 1961 hizo de ayudante de Pier Paolo Pasolini, y un año después se estrenó como director con La commare secca.

En 1970 su película Il conformista fue candidata al Óscar por mejor guión.  Dos años después fue nominado para la mejor dirección, por El último tango en París.  En 1976 dirigió Novecento, una producción sobre la historia de Italia con la colaboración de Robert de Niro y Gerard Depardieu.

El suyo es un cine de calidad, cuyas características son el esmerado uso de la cámara y el trabajo de fotografía con fines simbólicos.  La mayoría de sus películas transcurren en escenarios intrascendentes, grises, con excepción de algunas ambientadas en lugares exóticos como El último emperador, The Sheltering Sky y Little Buddha.


Su obra incluye:
    1959 — Il teleférico
    1960 — Morte di un maiale
    1962 — La commare secca
    1964 — Prima della rivoluzione
    1970 — El conformista
    1972 — El último tango en París
    1976 — Novecento
    1977 — Silenzio e complicità
    1979 — La luna
    1981 — La tragedia di un uomo ridicolo
    1987 — El último emperador
    1990 — The Sheltering Sky
    1993 — El pequeño buda
    1996 — Belleza robada
    1998 — Besieged
    2003 — Soñadores

A COQimori le impresionó tanto El Ultimo Tango, que el martes 3 de octubre de 1972, después de tirarse la pera por enésima vez a clases de la Católica y tras ver la película en la matineé del cine Colón, fue a su casa y repitió la escena con Petronila Jullca.  En vez de mantequilla usó margarina Astra (más barata, baisano).

10 comments:

Mario Pablo said...

Sólo Bertolucci pudo dirigir como los dioses al gran Marlon Brando. El Último Tango en París me atrapó por las imágenes, por su sensualidad, no por los diálogos o el libreto, he ahí el auténtico cine, el llamado en época de antaño "misterio", linda palabra para el arte que Bertolucci engalanó

Moshe said...

Ojo, que ese de la foto es más claro, más pálido, que COQtesinos. No confundir.

Aldo said...

Caro Pretto, no discrimine, no solo hispanos y crolos le dan curso al expediente, los gringos tambien, claro, estamos hablando de gente que traga.

Con relacion al spaghetti, mi querido Lando Buzzanca de color, no me piacce, para comer tallarines mejor los como en casa, es tan variada la seleccion de pastas, que no sabes por donde empezar.

En cuanto a las feminas, recomendacion piratas de aguas negras, siempre carguen sus gafas de sol , por el lorca, usan mucho ropa blanca muy delgada y transparente, eso si, suave con el bobo beterragas.

Carlos Orellana said...

Es verdad lo que dice Kiko: también los gringos están en la masa; lo que pasa que en mi experiencia solo vi hispanos y crolos. Mi hermano menor estudió en Boston (y mientras estudiaba trabajaba) y me contaba que había blancos que no conocían la historia de su propio país y, a veces, ni el himno patrio. En 1990 el gobierno de USA me invitó a visitar EEUU, varias ciudades.Me entrevistaba con autoridades, politicos, periodistas y gente del mundo académico. En Phoenix una asesora (blanca) del gobernador del estado de Arizona me hizo la pregunta más estúpida que me han hecho en mi vida: ¿Hay Pepsi Cola en Lima? Solo le respondí que Lima era (entonces) una urbe de 7 millones de habitantes.
Querido Maqui: es usted bastante audaz para comparar los "tallarines verdes" con los spaguetti al pomidoro o al pesto clásico y no hablemos de pasta verdaderamente sofisticada.
No es pesto lo que preparan nuestras viejas y esa salsa roja que da vida a los llamados "tallarines rojos" es cualquier cosa, menos italiana.
Si aceptamos su lógica perucha no tendremos ninguna autoridad para criticar a los ecuatorianos cuando le echan kepchut a cebiche, cuando le ponen porn corn de guarnición.
Defender de ese modo "lo nuestro" no solo es hacerle daño al estomago, sino también al alma.

Carlos Orellana said...

Yo fui humano y serví a Petronila con astra que, además, tiene vitaminas. En cambio a Moshe Yehude lo agarró Mohamed Lapijayad en seco de cabrito. Un acto de inhumanidad que merece mi repulsa. Ahora ya se explica por qué el admirador de Madame T es alocado defensor de los DDHH.

L. C. Nikko said...

Carajo, la presion que Pirincho le ha puesto al morocho esta dando sue frutos, Coqcito empezo a vomitar, ahora es oficial, el chinchano se revento a Petronila como el modesto Poeta confiesa, o, a lo mejor Petronila se lo revento a el.

Sea como sea, producto de esa movida, hoy saludamos la vida de Jacinto Emetelio Orellana Julca.

Moshe said...

En mis tiempos de estudiante de la UNI este hebreo asistió seguido al cine club del Ministerio de Trabajo en la avenida Salaverry. El cine arte italiano siempre ha sido mi favorito.

Por si acaso, llevaba mi infaltable libro rojo de Mao.

Carlos Orellana said...

¿Quien es nikko?

Moshe said...

L.C.Nikko (en inglés se lee como El Cínico).
Poeta, demuestras que tu inglés de Chumbivilcas es tan malo como tu padrino, el Doctor. Si no serás bruto, carajo.

cvalqui said...

Carajo, ese coito contranatura que le aplicó el Poeta a Petronila Julca, debe haber sido en seco y en tres bandas.
Digo en tres bandas porque se pasó con zapatos y todo, ya que la cándida Petronila, estaba recontrafornicada por otros menesterosos y su abertura parecía el Túnel de la Herradura.