18 May 2012

El culo de Pedro Mairal

No suelo concordar con el prójimo varón sobre cuál es el mejor culo. Noto un gusto general por el culito escuálido de las modelos flacas. A mí me gustan grandes, hospitalarios, macizos. Me gusta el culo balcón, que sobresale y se autosustenta como un milagro de ingeniería. El culo bien latino, rappero, reggaetón, de doble pompa viva y prodigiosa.


Me salen versos cuando hablo de culos. Quizá porque en los culos hay algo más antiguo y atávico que en las tetas, que en realidad son una intelectualización. Las tetas son renacentistas, pero el culo es primitivo, neaderthaliano. Con su poder de atracción inequívoca, su convergencia invitadora, es un hit prehistórico. Despierta nuestro costado más bestial: el del acoplamiento en cuatro patas.

Las tetas son un invento más reciente, son prosaicas. El culo, en cambio, es lírico, musical, candencioso, indiscernible del meneo de caderas, del ritmo, la batida de la bossa que retrata a la garota que se aleja en Ipanema. Porque el culo siempre se aleja, siempre se va yendo, invitando a que lo sigan. Se mueve en dirección contraria de las tetas, que siempre vienen y por eso suelen ser alarmantes, amenazadoras, casi bélicas (me acuerdo de las tetas de Afrodita, la novia de Mazinger Z, que se disparaban como dos misiles).

Las tetas confrontan, el culo huye, es elegía de sí mismo, se va yendo como la vida misma y deja tristes a los hombres pensando qué cosa más linda, más llena de gracia aquella morena que viene y que pasa con dulce balance camino del mar.

Las argentinas tienen orto, las colombianas jopo, las brasileras bunda, las mexicanas bote, las peruanas tarro, las cubanas nevera o fambeco, las chilenas tienen poto. O mejor dicho, las chilenas no tienen poto, según mis amigos transandinos que se quejan de esa falta y quedan asombrados cuando viajan por Latinoamérica. Yo mismo casi me encadeno a la muralla del Baluarte de San Francisco, en el último Festival de Cartagena de Indias, para no tener que volver y poder seguir admirando el desfile incesante de cartageneras o barranquilleras cuyos culos altaneros merecían no este breve artículo sino un tratado enciclopédico o un poemario como el Canto General.


De las cosas que hacen las mujeres por su culo, la que más ternura me da es cuando lo acercan a la estufa para calentarlo. No lo pueden evitar. Pasan frente a una chimenea o un radiador y acercan el culo, lo empollan un rato. El culo es la parte más fría de una mujer. Siempre sorprende al tacto esa temperatura, el frescor del cachete en el primer encuentro con la mano.

Durante el abrazo, se puede llegar a los cachetes de dos maneras. Una es desde arriba, si la mujer tiene puesto un pantalón, pero es dificultoso y lo ajustado de la tela impide la maniobra y la palmada vital. La otra forma es desde abajo y eso es lo mejor, cuando se alcanza el culo levantando de a poco el vestido, por los muslos, y de pronto se llega a esas órbitas gemelas, esa abundancia a manos llenas.

En ese instante se siente que las manos no fueron hechas para ninguna otra cosa más que palpar esa felicidad, para sentir con todos los músculos del cuerpo la blanda gravitación, el peso exacto de la redondez terrestre.

Se suele pensar que, en el sexo, la posición de perrito somete a la mujer. Pero hay que decir que abordar por detrás a una mujer de ancas poderosas puede ser todo lo contrario: es como acoplarse a una locomotora, como engancharse en la fuerza de la vida, hay que seguirla, no es fácil, uno queda subordinado a su energía, hay que trabajar, darle mucha bomba, carbón para la máquina. Es uno el que queda sometido a su gran expectativa, absorto, subyugado, vaciándose para siempre en la doble esfera viva de esa mantis religiosa.


Una vez vi un hombre de unos 45 años dando vueltas al parque, corriendo tras su personal trainer. Lo curioso es que era una personaltrainer, y las calzas azules de esta profesora de gimnasia evidenciaban que tenía un doctorado en glúteos. Como el burro tras la zanahoria, el hombre corría tras ella sin pensar en nada más que ese seguimiento personal. No me sorprendería que a la media hora hubiera un grupo de corredores trotando detrás, en caravana.

La música de los culos es la del flautista de Hamelin. Los hombres, con su legión de ratones, van tras ella, hipnotizados.

Las mujeres saben aprovechar sus recursos. Yo trabajé en una empresa en el mismo piso que una arquitecta narigona (esas narigonas sexys)y con un 'tremendo fambeco'. Ella sabía que era su mejor ángulo y lo hacía valer, con unos pantalones ajustados que dejaban todo temblando. Era una de esas oficinas cuadradas, llenas de líneas rectas: el almanaque cuadriculado, la tabla rectangular del escritorio, la ventana, los estantes, las carpetas de archivos. Un lugar irrespirable de no ser por el culo de la arquitecta que a veces pasaba camino a tesorería o a la fotocopiadora. Su culo era lo único redondo en todo este edificio de oficinas. Lo único vivo yo creo. Nunca intenté nada (se decía que tenía un novio), pero en una época yo pensaba escribir una novela con los acoplamientos heroicos que imaginé con ella. Una novela que iba a titular, con un guiño a Greenaway, 'El culo de una arquitecta'.

No escribí ni dos líneas de esa novela, pero sí algunos poemas que ella nunca leyó. Me acuerdo que la veía antes de verla, la intuía en un ritmo particular que tenía el sonido de sus pasos, un peso, un roce de la cara interna de sus muslos de falsa mulata. Cuando aparecía en el rabillo de mi ojo, ya sabía plenamente que se trataba de ella. Y pasaba y todo se detenía un instante, el memo, el mail, la voz en el teléfono, todo se curvaba de pronto, no había más rectas, todo se ovalaba, se abombaba, y el corazón del oficinista medio quedaba bailando. No exagero.

Además era plena crisis del 2002. Todo se derrumbaba, caían los ministros, los presidentes, caía la economía, la moneda, la bolsa, caía el gran telón pintado del primer mundo, caía la moral, el ingreso per cápita, todo caía, salvo el culo de la arquitecta que parecía subir y subir, cada vez más vivaracho, más mordible, más esférico, más encabritado en su oscilación por los corredores, pasando en un meneo vanidoso que parecía ir diciendo no, mirame pero no, seguime pero no, dedicame poemas pero no.

Ojalá ella llegue a leer esto algún día y se entere del bien que me hizo durante esos dos años con solo ser parte de mi día laborable pasando con tanta gracia frente al mono de mi hormona.. Y ojalá se entere también que, cuando me echaron, lo único que lamenté fue dejar de verla desfilar por los pasillos, respingando el durazno gigante de su culo soñado.

17 comments:

Carlos Orellana said...

Teneis razón, camaradas. Eso de no tener título en el Perú es como no existir. En USA sin título podría dictar una cátedra universitaria por el simple hecho de ser escritor y experto. En el Perú no puedo ser formalmente asesor parlamentario (de acuerdo a nuevas normas hechas justamente contra los autodidactas). Sin embargo en el Peru he sido Jefe del INC y vice ministro por 10 años(eso es lo que es un secretario de prensa), pero además he asesorado a gente para que obtenga su maestria e incluso para editar una tesis de doctorado. Por el hecho de haber trabajado para el gobierno de los 90s he sido un apestado hasta ayer (recien estoy levantando este año). He sido y soy mil oficios (tengo dos asesorías (una política y otra periodistica y una página cultural, además de continuar escribiendo mi obra). Puta que soy haragán.
Aparte: ese potito que ha puesto Yehude para distraernos se parece a la de La Chivita. Con razón se volvió loco el físico iraní. ¡Que buenos maquilladores y cosmetólogos hay en Wellington!

Moshe said...

Cantos de sirena del El Zanganísimo.

Como que tienes una asesoría política? No habías confesado tu retiro absoluto de la política? O como era de esperarse tu corazoncito aun late por el fuji-montesinismo? Aclara, Fantomas.

Mairal tiene razón y la expone bien: nada mejor que un buen culo.

Carlos Orellana said...

Y eso que Mairal no ha visto a La Chivita. Cantos de sirenita del agente travesti.

Aldo said...

Que tal creatividad la de este jijuna, le ha dedicado un tango al culo, genial el gaucho.

Ese parrafo dedicado al culo de la narigona arquitecta es una obra de arte, lo relaciono con el morocho, en las epocas de bonanza, alla en Palacio.

Se espera, un analisis de la voz autorizada del Jefe del INC, experto en la materia, el unico oftalmologo rectal, autorizado a ejercer sin diploma.

cvalqui said...

Poeta si eres bueno como dices "he asesorado a gente para que obtenga su maestria e incluso para editar una tesis de doctorado", Porque no pensaste en tí?

Como dijo la zorra cuando no alcanzaba la uvas, ESTAN VERDES.

cvalqui said...

Fisicamente el encanto de la mujer radica en su derrier (poto), mientras mas formado y redondito mejor, hasta viejas con un buen poto llaman la atención.

Asi como pasa con la mujer, a ellas tambien les encanta los varones potoncitos, lo comento por las muchas veces que me han propocionado este dato las feminas.

Pero por sobre todo, está el intelecto y don de gente, que lo irradia la sencillez y naturalidad de las personas.

Si estoy equivocado, mil disculpas.

Moshe said...

Carlitros, como el morocho, está en lo cierto: Tan verdes la uvas, tío.

Mario Pablo said...

Potos, culos, traseros, un amasijo de latitudes inciertas y engañosas, atrae a los muchachones huelguisos porque en ellos todo es bonanza; pero con los años viene el sosiego y la atracción toma otro cauce,el choque y fuga cede paso al disfrute de una buena conversa, sin tantos arrumacos. El hombre, como el elefante, debe saber cuando le toca retirarse y como disfrutar el último tercio de la vida

Moshe said...

Discrepo con el sedado y morigerado pastor bautista. A la vaina hay que darle hasta el ultimo instante. Emulemos a nuestros modelos Charlie Chaplin y Charlie COQ, ambos sementales de categoría, casados multiples veces y padres de decenas de críos dispersos por todo el mundo.

En cuanto al culo no se diga más. Una belleza que merece ser disfrutada, mordida y todo lo demás.

cvalqui said...

Discrepo con lo dicho por el misericordioso Mario Pablo "la atracción toma otro cauce,el choque y fuga cede paso al disfrute de una buena conversa, sin tantos arrumacos"

Considero que los gustos y placeres que te dan goce sin hacer daño a los demás, deben EJECUTARSE sin temores. Muchas veces el miedo a lo desconocido y prohibido nos acalambra, pero el gusto está allí, siempre que con el paso de los años no píerdas la cabeza por un CULO.

Como dijo el filosofo MOSHE "Vive y ayuda a vivir" al final te van a agradecer tu colabración a la humanidad, con tino y madurez.

Moshe said...

Se fue de lengua, se soltó de boca el laureado y confesó que sigue en política fujimorista.
Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico.

Aldo said...

Sabias las palabras del Reverendo, que parecen haber chocado contra paredes y perdido en el horizonte.

No se enganen, cacheritos de academia, ni los autodidactas se escapan al implacable paso del tiempo, el sermon de Mario Pablo I , les ha dejado el ojo cuadrado, ayayeros del pasado, neofitos del presente, y fantasmas del futuro.

Carlos Orellana said...

Ese "si eres bueno por qué no pensaste en tí?" suena a incredulidad, Carlitros.

Carlos Orellana said...

No suelo ser figuretti y esto por primera vez lo digo. Yo existía antes de Fujimori. En los 80s la Universidad de Texas en Austin me incluyó en una antología del cuento peruano (edición bilingue), Antes de esa fecha me incluyeron en una antología de la poesía peruana en la Universidad de Carabobo, Venezuela, y en hace un par de años parte de mi obra es materia de estudio por un grupo de estudiantes de la Universidad de Virginia. He sido traducido al inglés, francés y rumano. Quizá por eso me da flojera sacar un título, que es indispensable en el Perú.

Carlos Orellana said...

"Muchas veces el miedo a lo desconocido y prohibido nos acalambra, pero el gusto está allí, siempre que con el paso de los años no píerdas la cabeza por un CULO." Dijo el Químico y la verdad que no espere vivir para escuchar tal deschave: que el gusto esté en lo desconocido y lo prohibido. El pez por la boca muere. Ataaaja.
Si uno no pierde la cabeza por un culo la otra posibilidad es que pierdas el culo por una cabezota (como la del físico iraní que desgració al que te jedi).

Moshe said...

. He sido y soy mil oficios (tengo dos asesorías (una política y otra periodistica..
El pez por la boca muere. Ataaaja.

cvalqui said...

El Poeta dice "Yo existía antes de Fujimori"

En otras palabras " YO SOY EL VERBO, conmigo existia la NADA, y de la nada, he creado el UNIVERSO y todo lo que existe"

El Poeta es lo MAXIMO.