30 October 2011

Chianti Classico

Bien dicen que el vino debe ser tinto.  Y nada mejor que un magnífico ejemplar de Chianti Classico como el de la foto, Ruffino Riserva Ducale Oro cosecha 2004, para acompañar unos tallarines a la boloñesa.  !Salud!

Chianti Classico es un vino tinto producido en Toscana, Italia.  Históricamente asociado con una botella en un cesto de paja (fiasco), hoy usada por pocos fabricantes, ya que la mayoría envasa en botellas estándar.

En el siglo XIX el barón Bettino Ricasoli creó la receta de este vino: 70% Sangiovese, 15% Cabernet Sauvignon y 15% Canaiolo Malvasia Bianca; y la primera definición de la zona ocurrió en 1716, describiendo el área cerca de las aldeas de Gaiole, Castellina, y Radda.   

Durante la década de 1970 los productores comenzaron a reducir la cantidad de uva blanca.  En 1995 se hizo legal producir Chianti con 100% Sangiovese, aunque para que el vino conserve el nombre Chianti, se debe producir con al menos 80% de Sangiovese.  

Estilos más ligeros tienen una mayor proporción de uva blanca, mientras que Chiantis de sólo variedades de uva tinta son más plenos, pues la fruta tiene una personalidad dominante en la mezcla.

El Chianti Classico se caracteriza en su juventud por su bouquet floral y especiado de canelaA medida que envejece, aromas de tabaco y cuero pueden surgirEl Chianti Classico muestra de media a alta acidez y taninos medianos, lo que lo hace muy flexible para el maridaje, en especial platos italianos con salsas rojas.


Finos ejemplos de Chianti Classico tienen excelente potencial de añejamiento y capacidad de mejorar en la botella entre seis a veinte años.


15 comments:

Aldo said...

Una de las mejores pastas de los
70s era la del Firenze, su Lasagna Blanca era de otro planeta, porsupuesto bien acompañada de su botella de vino; y como olvidar la
Corvina Gratinada en La Caleta, se derretia en la lengua.

Lastima que muchos de los buenos restaurantes de esa epoca ya no existen.

Moshe said...

Lo mismo se puede decir del pollo en salsa de Roquefort que servian en el St. Tropez de San Isidro.

Efectivamente, el Firenze era un buen restaurante. Tampoco me puedo olvidar del buffet del Sky Room en el criollon, donde la seleccion de viandas era excelente.

Moshe said...

Perdonen, Crillon.

Ahi por primera vez en mi vida comi col de Bruselas, hasta hoy una de mis verduras favoritas, sancochas y con un poco de aceite de oliva, sal, pimienta y unas gotas de vinagre balsamica.

Aldo said...

Manolo, te acuerdas del Trece Monedas, catedral de la buena comida en el Centro de Lima.

Guardando las distancias con aquellos restaurantes que eran de otro lote, en Surco habia un hueco
buenazo, El Torito, donde se comian unos camarones a la plancha de la pm.

Moshe said...

Si me acuerdo. En más de una ocasion estuve en Las Trece Monedas con clientes de IBM. Muy bueno.

Otro que me gustaba mucho era La Casa Vasca en La Colmena, cuyos boquerones y paella eran exquisitos.

Al Torito fuí una vez a comer un apanado tipo sábana más grande que el plato.

Carlos Orellana said...

Io sono amico de la bella Italia e de la sua cucina per sempre. La mia gioveneza sta piena di buon mangiare. Había una pizzeria en Diagonal, Miraflores, donde se preparaban unas pizzas bastante aceptables, pero lo más espectacular eran unas milanesas con papas fritas (algo simplón, pero de una excepcional calidad) que recordaban Buenos Aires, ciudad donde se come extraordinaria pasta. A mi no me gusta mucho las salsa blanca (salsa bechamel) justamente porque la sé hacer y sus componentes me parecen bastante anodinos e indigestos. Pero a los jóvenes peruanos les aloca algo tan pedestre como unos fettucine a lo Alfredo. Mi hija de 11 años suele pedirmelos una vez a la semana. Yo, por supuesto prefiero todos los tipos de pesto (que hay varios) y hacer una buena salsa de tomate (al pomidoro, una cosa que requiere trabajo, paciencia y una cierta sabiduría de cocinero para escoger el buen tomate). No me agradan los tallarines que me recuerdan la forma como los peruanos han pervertido la cocina italiana (tallarin saltado a la criolla, tallarines rojos y verdes, gúacala). Prefiero los spaguetti. Pero mis pastas favoritas son los malfatis (gnocchi de ricotta).
Aprecié el Firenza, La Caleta, La Linterna, el Saint Tropez, la legendaria Trattoria Italia (a dos cuadras de la Plaza 2 de mayo).
En los 90s y hasta hoy existe entre Magdalena y San Isidro un restaurante llamado Elia donde puedes probar unos ravioles de pato y un carpaccio de trucha ahumada que se te cae el hortensio. Y hoy en otro lugar que se llama La Bistecca lo más espectacular son unos raviolones con trucha. Y ya esta bueno de salivar.

Moshe said...

El vate es digno discipulo de Dante Aligheri.

Habla bien italiano y muy versado en lenguas (cuantas domitilas pueden dar fe de ello). El laureado es un refinado gourmet.

Me gusta la salsa bechamel con pastas (agnolotti), tanto como las de queso azul o nueces con unos gnoccis o ravioles. En ese caso lo mejor es beber un chardonnay con cierto cuerpo.

Carlos Orellana said...

Una salsa de nueces bien preparada es de quitarse el sombrero. Y qué de los frutos de mar. Para empezar los spaguetti a a putanesca o fruto di mare.¿Con que se marida, Judío Cabeza de Níspero?

Carlos Orellana said...

Dígame usted, hebreo, a que puede hacerle compañía un discreto Pinot Grigio de Santa Margherita

Moshe said...

El vate debe ser vidente, porque justo en este instante saboreo un Pinot Gris local (adquirido la semana pasada en mi viaje de cata).

El Pinot Grigio italiano tiende a ser insipido, con excepcion de los mas finos productores. Te aconsejo beberlo solo como aperitivo o acompanando un pollo delicadamente preparado.

Las pastas con mariscos deben maridarse por el color de la salsa. En el caso de puttanesca va bien con un Pinot Noir o un Merlot delicado y no muy tánico.

cvalqui said...

Carajo, me quedé sin palabras.
Es un intercambio de puros gourmets.

Poeta, no se le escapa NADA.

Moshe said...

Querido Carlitros, la buena comida y bebida son placeres excepcionales.

Acuerdate que solo se vive una vez, asi que no hay excusa para comer o beber mal.

Salud por eso.

cvalqui said...

Moshe de acuerdo contigo "asi que no hay excusa para comer o beber mal"

En la tranquilidad de mi hogar, acabo de cenar un TACU TACU, con su respectivo moscato, de la cosecha Ugarelli, viñedo de vieja data en Surco.

Por supuesto, escuchando un concierto en vivo del Gran Combo de Puerto Rico.

Aldo said...

Muy temprano cayo la primera nevada
por aqui, en otras palabras estamos jodidos, eso indica que el Invierno que viene sera largo.

Continuando y recordando restaurantes que sobresalian por si solos, esta el inigualable Chalet Suizo en la Carretera Central, esos pollos de leche
eran insuperables.

Moshe said...

Otrosí digo: en esa misma Carretera Central habia un gran establecimiento de degustación de carne: el Cinco y Medio.

Aldo, el mejor remedio para combatir la nieve es un cognac XO acompañado de uno o dos finos chocolates belgas.