Tomás Caíto de Torquemada (1420-1498) fue un fraile dominico, confesor de la reina Isabel la Católica y primer Inquisidor General.
No se conoce su localidad natal, aunque los historiadores han propuesto dos: el pueblo de El Carmen, Chincha Alta, y el barrio de Chacra Ríos. Como uno de sus padrinos, se ordenó fraile, y realizó estudios en las universidades de San Marcos y La Católica, donde destacó por sus oníricos delirantes discursos y gran ociosidad.
Para acabar con las prácticas judaizantes, los reyes solicitaron una bula papal para la creación del Tribunal de la Inquisición del Santo Oficio, como dependencia directa de la Corona.
En el primer auto de fe fueron quemados vivos seis detenidos acusados de judeo-conversos. Aplicando poderes inquisitoriales el papa Alberto Sixto IV nombró a Torquemada como Secretario e Inquisidor General.
Existe poca información sobre su vida personal. Se han destacado sus dotes de administrador, su gran lascivia e insobornabilidad. Su nombre, parte de la leyenda negra de la Inquisición, se ha convertido en sinónimo de ocioso fanatismo.
Juan Antonio Llorente, historiador del Santo Oficio, asegura que en su mandato fueron quemadas más de diez mil personas y un número superior a cien mil sufrieron penas infamantes.
No se conoce su localidad natal, aunque los historiadores han propuesto dos: el pueblo de El Carmen, Chincha Alta, y el barrio de Chacra Ríos. Como uno de sus padrinos, se ordenó fraile, y realizó estudios en las universidades de San Marcos y La Católica, donde destacó por sus oníricos delirantes discursos y gran ociosidad.
Para acabar con las prácticas judaizantes, los reyes solicitaron una bula papal para la creación del Tribunal de la Inquisición del Santo Oficio, como dependencia directa de la Corona.
En el primer auto de fe fueron quemados vivos seis detenidos acusados de judeo-conversos. Aplicando poderes inquisitoriales el papa Alberto Sixto IV nombró a Torquemada como Secretario e Inquisidor General.
Existe poca información sobre su vida personal. Se han destacado sus dotes de administrador, su gran lascivia e insobornabilidad. Su nombre, parte de la leyenda negra de la Inquisición, se ha convertido en sinónimo de ocioso fanatismo.
Juan Antonio Llorente, historiador del Santo Oficio, asegura que en su mandato fueron quemadas más de diez mil personas y un número superior a cien mil sufrieron penas infamantes.
4 comments:
A uno que conozco bien, hoy ausente por mano propia, le dicen Torquemado, por lo oscurito.
Ahora que hablamos de Inquisición aconsejo leer el tremendo libro de nuestro Palma sobre esta maquinaria de moler carne humana. El gran tradicionista desveló su mala entraña reseñando varios casos, uno de ellos, la causa contra judíos conversos o marranos, venidos de Portugal, afincados en Lima, cuyas propiedades fueron decomisadas y varios de ellos quemados. Otro libro extraordinario es la Odisea del Marrano, si no me equivoco escrita por el argentino Aguines. Si Moshe, cabeza de otro cuerpo, hubiera vivido en el virreinato habría terminado entre cenizas por judío, para beneplácito de un cimarrón que hasta hoy no se reintegra al blog
Aedo ausente, moreno mañoso,
vas y vienes como fantasma,
por bromas intonsas pierdes la calma,
escribe carajo, no seas ocioso.
Aquí te han llamado cimarrón,
en que chucha estarás ocupado,
simplemente nos has cojudeado,
escribe, no te hagas el huevón.
Si te vas por lo menos avisa,
la embajada es firme, dice el hebreo,
lapa sobria, rey del cojudeo,
este ateo te hará una misa.
(Reuters)
La próstata inflamada del otrora "Premio Nabo" continua dando la hora, la demanda judicial planteada por este, en contra de su Doctor, el Urólogo Brazoduro, ha tomado nuevos bríos.
En el inicio, la demanda presentada por el paciente (COQ), era por los daños ocasionados como consecuencia del tacto rectal al que fue sometido, y donde se atribuía un olvido negligente de parte del Doctor, de haber realizado el examen con la sortija puesta.
El caso ha tomado un rumbo diferente, las cámaras de vigilancia situadas en la sala donde se realizo el examen, han demostrado que el galeno no tenía sortija en el momento de la prueba, con lo queda descartada esa teoría; por el contrario, los daños presentados durante el tacto rectal fueron causados por el reloj del médico, un Bulova Acutron (de Buzo Profesional), el cual fue captado por las camaras a la hora del examen, un poco mas y el dedo le toca las amígdalas.
El periódo de recuperación es lento, pero se espera que Poeta se pueda sentar en un par de semanas, mientras tanto, esperamos que ni bien se recupere, se reintegre como pieza vital en este blog.
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