27 August 2014

Parma

Sigue el viaje.  Ahora en esta hermosa ciudad.


Parma es una ciudad de la región italiana de Emilia-Romaña.  Fue así mismo, capital del histórico Ducado de Parma, y cuenta con una notoria arquitectura medieval y bellos bosques.

Su monumento más importante es la Catedral (o Duomo) de estilo románico.  En la cúpula de la Catedral se encuentra el famoso fresco Asunción de la Virgen, pintado por Correggio.  Junto a la catedral se sitúa el baptisterio, obra maestra del escultor Benedetto Antelami.

La ciudad alberga el famoso teatro de ópera Teatro Regio y el pequeño Teatro Farnesio, completamente en madera.


Es también conocida por su industria agroalimentaria. Dos grandes empresas alimentarias de esta ciudad son Parmalat y Barilla.

7 comments:

Carlos Orellana said...

Manda fotos, Pikachú, aunque estés calato.
no sabía que Barilla era una marca procedente di Parma. Compro sus productos siempre, desde pasta a salsas.

Manolo said...

En honor al Doctor Chapla me acabo de empujar una muestra variada de "tortelli" en mantequilla y queso parmesano de chuparse los dedos. Medio litro de vino tinto y dos copas de prosecco como aperitivo, todo muy civilizadamente como recomienda el emerito Vladi, mentor del quetejedi. El primer plato fue un culatello de primera, como aconsejan los orientales y orientalistas.

Las fotos apareceran a mi regreso a Wellington, negro divino. Ataaaaaaaja.


Manolo said...

COQcutre dice: ...conozco ya casi todo el mundo, me faltan solo algunos lugares.

La vaina es que todos esos viajes han sido con guita del estado, nunca con la suya. Tremendo camaron al que le gusta viajar, comer y culear de gorra. Chupate esa.

Carlos Orellana said...

Eso se lo puedes decir a los diplomáticos, yo soy hombre de trabajo y nunca burócrata dorado. No seas envidioso, kurdo.

tenorio4545 said...

Bueno, yo he viajado a unos cuantos países, Italia entre ellos, y en todos los casos ha sido por cuenta de la empresa en donde estaba trabajando (Olivetti y Diebold), por razones de trabajo o capacitación.
Todas las veces fue con plata de las empresas, nunca con la mía, pero no me siento un camarón, porque al fin de cuentas no pedí que me enviaran y si lo hicieron fue porque les dio la gana.
Supongo que lo mismo ha sucedido con el laureado poeta, solo que la empresa que lo envió fue el estado.

Carlos Orellana said...

Lo que pasa es que al kurdo le duele gastar de la suya.

Manolo said...

Se, se, huevon.