4 August 2014

Ópera

Reciéntemente descubierta por Moshé, tras largas charlas y a insistencia de un gran amigo wellingtoniano, culto y profundo conocedor del tema.


Ópera (del italiano opera, 'obra musical') designa un género de música teatral en el que una acción escénica es armonizada, cantada y tiene acompañamiento instrumental.  Forma parte de la tradición de la música clásica europea.

Son normalmente ofrecidas en teatros, acompañados por una orquesta.  

10 comments:

Carlos Orellana said...

No dudo de la existencia de este 'gran amigo wellingtoniano culto y profundo conocedor del tema (operístico)'. tampoco dudo de que este gallo sea del corral de Pikachu, decir un huarapero de nota. Ya desde hace una buena punta de años el Quetejedi integra una comparsa de alcohólicos conocidos que no solo comparten su principal vicio (la bebida) sino caras aficiones gastronómicas, turísticas de alto vuelo y. como no, la música. Es en realidad una cofradía de la chupeta y como toda hermandad se contagia de vicios y virtudes y tiene una fidelidad a toda prueba.
De la boca para afuera Pikachu se confiesa deustuano hasta morir, pero su primera lealtad es con los 4 o 5 indeseables de Wellington con los que se reúne cada fin de semana a charlar sobre todo lo que han chupado los días de trabajo (del gañote) y otras cosillas, entre ellas la opera, que está ahora de modo en la cabecita de Pikachu, porque no me va a decir que es vieja afición. Cuantas cosas aprende Pîkachu de sus amigos borrachos.

Aldo said...

Al mejor estilo de Ferrando, Pirincho vocifera : "Yo la descubrí", y es que hace sólo 24 horas, el petiso de testa generosa, despertó de una resaca con el segundo mayor descubrimiento después de Colón, la turca que se metió Nosferatu anoche fue de antología, fue una marathonica mala noche fonde hasta el gallo se durmió y se olvidó de cantar.

Salud, por eso !

Mario Pablo said...

He de apurar la tremenda maleteada que me regala Zambombín de las Tinieblas, cuando pretende encontrar inconsecuencias donde nos la hay. Que la comida de mi quiltro venga de Canadá, el país, no la cana, se debe a que el Gran Sacer, como todos los de su raza, tiende a padecer de males hepáticos, por lo cual su combo debe estar exento de grasas; ponerme a preparar comida con estas características representaría perder tiempo y seguramente no lograría el estándar que exige el médico, por lo tanto sólo me queda comprar el alimento que viene de fuera y no se encuentra fácilmente, el precio no es muy alto pero unos soles más no hacen la diferencia si se trata de cuidar a mi excelso secretario, una de cuyas virtudes, además de ser un guardián de la pitri mitri, es el gusto por la ópera, pues se queda quieto a mis pies cuando escucho a Pavarotti.

Moshe said...

No, la opera no es vieja afición. Por el contrario, no me interesó nunca, y ahora me doy cuenta de mi tremendo error.

Este fin de semana acabo de ver dos: la deliciosa Cosí fan tutte de Mozart, y La Traviata de Verdi, con la increíble Renee Fleming en el papel de Violetta.

No puedo sino decir que este genero es un feliz descubrimiento, y agradezco a mi buen amigo, quien, contra lo que piensa el veraz COQcutre, es un intelectual abstemio de alto calibre. No solo tunas lo sabe todo, crolo humilde y divino.

Moshe said...

Uy curuju. Sacer Chapla ha resultado tan fino como ese oscuro pero fiel can llamado COQlassie. Como el otro, de lengua rosada, piel y paladar negros, el bendito perro andino solo ingiere combo canadiense.

Carlos Orellana said...

Como progresa el mundo carajo que ahora los perros tienen hígados delicados y hasta males hepáticos que obligan a sus propietarios a comprarles comida dietética importada. El último perro que tuvimos en casa era una bóxer llamada Ninguna y comía desee camote hasta basura y vivió bastante: eran los años 70 cuando tampoco existían como hoy centros de coiffure canino y hasta spa para los almacenes de pulgas. Ahora Chapla lleva a su perro al médico (no dice veterinario), antes se llevaba al can a un veterinario por una cosa grave como una atropellada en forma, un envenenamiento o el ataque de otro perro que pusiera en riesgo su vida. los canes de antes no usaban hígado. Había quienes si la cosa salía muy cara sacrificaban al quiltro y se compraban uno mas bonito. Digo esto porque todavía la mayoría de os seres humanos de este planeta no tienen seguros de salud ni asistencia medica por dolencia mas graves que un hígado graso. Hay gente incluso en Lima cuyo cáncer avanza porque no pudo comprar las medicinas o el seguro no se las proporciono. A esas personas sin duda les gustaría ser perro Chapla. Y si encima el can gusta de ópera verdad (no como su dueño) no hay vuelta que darle, Armagedón se acerca.

Carlos Orellana said...

¿Puede un intelectual ser a la vez amigo del kurdo y abstemio? Muy difícil. Primero, porque nadie abstemio cruzaría más de una palabra con alguien que se pasa gran parte del tiempo conversando con las botellas. Y segundo, porque Pikachu se sentiría ofendido si alguien que conversa con él no chupa.
Que el kurdo sea mi pata y tenga yo inclinaciones intelectuales se explica por los miles de kilómetros de distancia que separan Lima de Wellington. Si ambos viviéramos en el mismo lugar o dejaríamos de ser amigos entrañables o yo iniciaría, a mi pesar mi carrera de borracho.

Aldo said...

Mi querido "Buen Humor", que chu...
tiene que ver, que la mayoría de los seres humanos no tengan seguro de salud, y que Chapla se preocupe de cuidar, proteger, y buscar lo mejor
para el sabueso ?

No me venga con que si Chapla deja de hacer lo que hace, la gente podrá tener seguro médico.

No soy un ser insensible, ni creo que el Dr. Chaola lo sea; pero, Poeta, métase en la cabeza, que ningun ser humano puede solucionar los problemas del mundo.

Moshe said...

A COQvladi los únicos perros que le preocupan son los que están encanados.

COQporres, transformado en mulato benevolente, quiere ahora cambiar el mundo, más cuando pudo no lo hizo. A otro quiltro con ese hueso, pues pa' cojudos los bomberos. Ataaaaja.

Mario Pablo said...

Que haya desigualdad, exclusión, avaricia y egoísmo no es culpa de las mascotas. Si hoy, en reciprocidad, debido al control del estrés y cariño incondicional que recibo del Gran Sacer, busco que mi quiltro goce de buena salud, es porque hace décadas mis perritos comían los restos de la comida humana y mi ignorancia era mayúscula sobre la correcta manera de cuidar a los mejores amigos del hombre, título que los pichichos se han ganado a pulso y que la historia confirma. A esta altura del partido que juega la humanidad, quien no ama, primero, a sus semejantes y demás seres vivos tiene que visitar urgentemente a un loquero