El kurdo maldecido sigue en piloto automático. Su machucante maneja esta casa de tolerancia en su ausencia. Volviendo al tema del encuentro entre COQ y el ilustre Pelao con bache debo confesar que cuando descubrí a un tipo parecido a él me preguntaba si era Vittorio Emmanuelle. Me decía, "tiene todo el aire mafioso, perdonavidas, toda la traza de sicario de alto vuelo, pero ¿será?" El puta tenía una seriedad de plomo, cualquiera hubiera dicho que se encontraba allí para reclamar por una mala atención y con toda la intención de sacarle la mierda al médico. Su mirada era, en verdad, siniestra y atemorizante, distaba leguas de ser la mirada despreocupada del mozalbete lampiño que había conocido. Pero como la vida es cruel pensé: "Es Chánchez, pero seguro en estos años ha estado en Canadá y la canería le ha dejado esa faz de matarife". Me fui luego a mi consulta, pero la duda me roíael alma, así que me las ingenié para regresar y pasar delante de él, como quien iba al baño. Cruzamos miradas, yo una limpia e ingenua y el la de un asesino que no se ha arrepentido.¡Y de pronto el milagro: Chánchez sonrío con esa su risa cojuda con la que engatuzaba a medio Deustua (porque en el fondo era un pequeño y regordete granputa). Sonrío, me sonríó y reconoció. Había sido Vittorio.Luego me presentó a su esposa.Este gordo malandrín podría ganar dinero como cobrador de deudas impagas. Si uno lo ve frente a la puerta de la casa y el negocio, allí mismo afloja para no tener que verlo. En verdad tiene cara de maleante, de persona dispuesta a meterte cuchío sin piedad, e incluso uno podría creer que con esa pinta de degenerado te puede agarrar a mordisco como el personaje Aníbal Lecter. Es un caso este rollizo sexagenario. Pero le tengo mucho afecto.
Estimado y laureado poeta, acertaste acerca de mi mal talante en la clínica pues no encontraban en los archivos los resultados de unos exámenes hechos a mi esposa. Además debo de manifestar que yo también te tengo mucho afecto (aunque cínicamente niegues al Dr. Duarte), como decía Pacheco: 'se te quiere de gratis'.
Todo es una "falsa calumnia y "vuelto a repetir", replicando, que los Deustuanos "semos" una manga de patibularios, una ignota secta de galeotes, más o menos enloquecidos por el trago, el combo y el fornicio; pasarán centenares de años y, así vaguemos en el cielo o el infierno, con sólo olernos nos reconoceremos aunque el Divino o Lucifer nos haya condenado a la ceguera
El chuchesumadre del kurdo apenas escribe de lo mamao que está. En cada ciudad que visita despierta rechazo y la gente le pone escobas a la puerta del hotel. Borrachos son los tanos, pero este cojudo se pasa.
El kurdo ha ido (según él) a encontrar los rastros de sus ancestros a esa región de Italia. Pregunta por aquí, pregunta por allá, pero nadie le da razón. No hay documentos y muchos se ríen y le dice con toda franqueza "usted parece eslavo".
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El kurdo maldecido sigue en piloto automático. Su machucante maneja esta casa de tolerancia en su ausencia.
Volviendo al tema del encuentro entre COQ y el ilustre Pelao con bache debo confesar que cuando descubrí a un tipo parecido a él me preguntaba si era Vittorio Emmanuelle. Me decía, "tiene todo el aire mafioso, perdonavidas, toda la traza de sicario de alto vuelo, pero ¿será?"
El puta tenía una seriedad de plomo, cualquiera hubiera dicho que se encontraba allí para reclamar por una mala atención y con toda la intención de sacarle la mierda al médico. Su mirada era, en verdad, siniestra y atemorizante, distaba leguas de ser la mirada despreocupada del mozalbete lampiño que había conocido. Pero como la vida es cruel pensé: "Es Chánchez, pero seguro en estos años ha estado en Canadá y la canería le ha dejado esa faz de matarife".
Me fui luego a mi consulta, pero la duda me roíael alma, así que me las ingenié para regresar y pasar delante de él, como quien iba al baño. Cruzamos miradas, yo una limpia e ingenua y el la de un asesino que no se ha arrepentido.¡Y de pronto el milagro: Chánchez sonrío con esa su risa cojuda con la que engatuzaba a medio Deustua (porque en el fondo era un pequeño y regordete granputa). Sonrío, me sonríó y reconoció. Había sido Vittorio.Luego me presentó a su esposa.Este gordo malandrín podría ganar dinero como cobrador de deudas impagas. Si uno lo ve frente a la puerta de la casa y el negocio, allí mismo afloja para no tener que verlo. En verdad tiene cara de maleante, de persona dispuesta a meterte cuchío sin piedad, e incluso uno podría creer que con esa pinta de degenerado te puede agarrar a mordisco como el personaje Aníbal Lecter. Es un caso este rollizo sexagenario. Pero le tengo mucho afecto.
Nada de piloto automatico, crolo malaje. Aqui te leo en vivo y en negro.
Estimado y laureado poeta, acertaste acerca de mi mal talante en la clínica pues no encontraban en los archivos los resultados de unos exámenes hechos a mi esposa.
Además debo de manifestar que yo también te tengo mucho afecto (aunque cínicamente niegues al Dr. Duarte), como decía Pacheco: 'se te quiere de gratis'.
Todo es una "falsa calumnia y "vuelto a repetir", replicando, que los Deustuanos "semos" una manga de patibularios, una ignota secta de galeotes, más o menos enloquecidos por el trago, el combo y el fornicio; pasarán centenares de años y, así vaguemos en el cielo o el infierno, con sólo olernos nos reconoceremos aunque el Divino o Lucifer nos haya condenado a la ceguera
El chuchesumadre del kurdo apenas escribe de lo mamao que está. En cada ciudad que visita despierta rechazo y la gente le pone escobas a la puerta del hotel. Borrachos son los tanos, pero este cojudo se pasa.
El kurdo ha ido (según él) a encontrar los rastros de sus ancestros a esa región de Italia. Pregunta por aquí, pregunta por allá, pero nadie le da razón. No hay documentos y muchos se ríen y le dice con toda franqueza "usted parece eslavo".
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