Historias nunca contadas

Historias nunca contadas: Martín Belaunde Lossio, el aprendiz de Vladimiro Montesinos.

Sus vidas tienen varias cosas en común: los dos guardan secretos de los presidentes que asesoraron, fugaron del país de manera rocambolesca, inverosímil, y acabaron presos. 

Aunque Belaunde nos quiso meter el ‘cuentazo’ de que fue secuestrado y lo perseguían ‘sicarios’ bolivianos, la fuga de Montesinos es insuperable, digna de una película. 

El ‘Doc’ fugó del país en octubre del año 2000 en un velero.  Navegó casi dos meses hasta llegar a las islas Galápagos y de Cocos.  De allí, con pasaportes falsos, enrumbó a Aruba.  Finalmente, el 12 de diciembre de ese año, llegó a Venezuela.  Al día siguiente se hizo una cirugía plástica en los ojos, párpados y hasta se quiso poner pelo en su ‘pelada’ para que no lo reconocieran.  

Pocos conocen, sin embargo, un episodio que ocurrió durante la operación quirúrgica.  Mientras era intervenido en Caracas, en Lima, los agentes del SIN que lo ayudaron a fugar, confesaron que había viajado a Venezuela y revelaron el nombre de la mujer que lo acompañaba: la periodista Emma Mejía, que apenas enterada se tocó de nervios. 

Cuando Montesinos despertó de la operación, Mejía le contó que la noticia de su paradero daba la vuelta al mundo.  Le dijo que regresaría a Lima, pero Montesinos la amenazó para que se quedara.  Dos días después, en un descuido, la periodista fue al hotel ‘Ávila’ donde estaba hospedada con el ‘Doc’, rompió la hoja de una guía donde estaba la dirección de la embajada de Perú, tomó un taxi y se fue a la sede diplomática.  Allí se entrevistó con el encargado de Negocios, Carlos Polo, y el agregado policial, el coronel Oswaldo Hurtado.  Les contó que Montesinos estaba en la clínica ‘Instituto Diagnóstico’. 

Sin perder tiempo, Hurtado se puso en contacto con las autoridades y dijo que tenía información del paradero de Montesinos.  Las alarmas se encendieron.  Los policías venezolanos le dijeron que los esperara en una plaza de Caracas, que pasarían a recogerlo para que participara en la captura.  Hurtado esperó dos horas, pero nadie pasó por él.  

Entonces se dirigió a la clínica.  Cuando llegó, el local estaba rodeado de policías, pero no lo dejaron entrar.  Creía que el ‘Doc’ ya estaba detenido, pero se enteró de que había escapado.  Alguien lo había alertado. 

Montesinos se fugó de la clínica sin pagar la cuenta y en la maletera del auto de un médico cómplice. El ‘Doc’ fue capturado seis largos meses después, el 23 de junio del 2001.  Lo demás es historia conocida.