Medianía y hedor

Simplemente lapidario.

Medianía y hedor 

César Hildebrandt

Cómo explicar este gobierno?  Es difícil.  No es que haya fracasado por sus ideas: carece de ellas.  Ni que haya fracasado por sus errores: ha hecho tan poco que, en términos gruesos, casi se ha librado del humano errar.

¿Cómo se explica la agonía cenicienta de este régimen cuyo presidente está en el 10% de aprobación y cuya presidenta merodea el 11%?

La única explicación que puedo encontrar tiene que ver con el carácter bifronte del gobierno.  El matriarcado inconstitucional que Humala ha permitido y que los ministros pobres diablos toleraron terminó siendo visto como una usurpación de funciones por la gente común.  Y no habrá sonrisa profesional ni disfraz nativo que distraiga, señora Heredia.  Usted no es la Mariscala de la historia sino apenas la comandante de un marido sin carácter.  El pueblo no la eligió a usted y, sin embargo, usted se permitió torcer la voluntad de las ánforas y convertir el gobierno donde jamás debió estar en esto que es ahora: una mayordomía al servicio de la CONFIEP, un géiser de corruptelas al menudeo, un estilo de mando que parece huir de la grandeza como si de la peste se tratara.

¿Y para qué?  Para que la prensa más allegada al poder económico la siga despreciando.  A usted y a su marido.  ¿Cree haberle hecho un favor al país apostando por su gobernabilidad?  Empiece a dudarlo, señora.  Lo que usted y su cónyuge han logrado ha sido desprestigiar, aún más que otros, la institución presidencial. Y eso no es bueno para la democracia.

Su corrosiva gestión, señora presidenta, ha alcanzado a ese Congreso en ruinas repleto de todas las Solórzano que usted impuso.  Y si por usted fuera, la Fiscalía de la Nación aún estaría en manos de aquel pariente que tanta confianza le merecía.  ¿Sigue Tania Quispe, la jefa formal de la SUNAT, recibiendo llamadas suyas para "ajustar" a quienes no la adulan?  Y los ministros con semáforo ¿siguen pidiéndole permisito?

Ahora Humala habla como Giampietri y las ONG que defienden los derechos humanos sienten que los tiempos de los Colina amnistiados están volviendo.  Es el último estadio de la desfiguración.  Esa que empezó traicionando al pueblo que había votado por el cambio.

El problema es que el gobierno dual que hemos tenido que tolerar no ha podido ni siquiera ser el del continuismo exitoso.  No han hecho bien su tarea.  La derecha les encargó mantener la casa tal como estaba pero resulta que hay jarrones rotos, goteras, caquita de perro en el jardín.  También está el asunto de las platas negras.  Que la señora que manda les encargue a sus abogados cerrar el camino a la apertura de sus cuentas bancarias, dice mucho.  Que cambien al fiscal José Luis Huarhua para que no siga investigando los aportes que recibió el Partido Nacionalista el año 2011, es de lo más significativo.  Que cundan los rumores sobre un intento del "nacionalismo" de acercarse a PPK con el objeto de lograr una alianza que trate de impedir las investigaciones congresales a iniciarse a partir del 2016, es otro indicio convergente.

Se está yendo un gobierno que parece un himno a la mediocridad.  En un país como el nuestro, eso no sorprende.  Lo que pasa es que a la medianía se le ha sumado el hedor de las contabilidades raras, las tarjetas inverosímiles, las transferencias bancarias a la santa madre, el poder nacional e internacional al hermano, las palmas aceiteras, la alopecia, los siete millones afantasmados de la cuenta partidaria, las movidas de la publicidad estatal, las tropas de Chocherín y el ejército de comisionistas que descubriremos apenas investiguemos en serio el asunto de los brasileños.  Van a ver.