Agrego que no soy muy afecto al gelato, pero acabo de probar un fior de latte extraordinario resaltado con unas gotas de vinagre balsàmico tradicional de Modena (12 anos minimo). De tocar cielo, satanases.
El prosciutto de Parma y la mozzarela de bùfala son excepcionales y junto a una media botella de vino (por coco) hacen una cena perfecta, digna del paladar del venéreo oriental COQvladi.
Somiers, veteranos del colchón, sucedáneos de la alegría, jeropas contumaces, crolos, monos, chupíferos, eléctricos y curiches, sigamos disfrutando la vida hasta que tengamos cuerda, luego nos perderemos en el insondable universos, polvo de estrellas fuimos y volveremos a serlo
Apareció el hijo de la Uva. Ya era hora, conchetumadre. E vero: un gelato co aceto balsámico e suggestivo. Así algunos días implacable huarapero ví una sesión del programa de una extraordinaria repostera peruana de ancestros itálicos, la sra. Plevisani, donde agregaba a una mermelada de fresa un po de aceto balsámico, certamente di Modena. No lo he probado, pero me pareció a ojo de buen cubero un acierto. Yo tampoco soy muy afecto a los helados, ma la vanilla y la fior de latte me subyugan. A pesar de las hondas, profundísimas, abisales diferencias de personalidad con el cosaco, hay puntos de encuentro como el gusto por estas cosillas. Recordaré cuando viaje a Italia en el futuro ese helado (se me hace agua la boca). La única vez que ho stato a Roma no mangé gelati. Pero eso sí me senté en la mesa en la que solía por las tardes beber un cóctel el gran Marcelo Mastroiani. Está, como no podía ser de otro modo en la Vía Véneto. Supongo, kurdo errante, que es inevitable tu paso por Roma. Y entonces ti ricordo un poema:
RUINAS DE LA ROMA ANTIGUA (CRONICA DE VIAJE) Los turistas almuerzan en Piazza Navona; Algunos tienen la boca manchada de spaghetti al pomidoro, Las mejillas sonrosadas por el Chianti. Luego prosiguen con sus cámaras japonesas Fotografiando el pasado, Como si fuera una herida cerrada. Desde tus huesos debes estar harto, Séneca, Del ruido de las muchedumbres que nada comprenden: En una ciudad están todas las ciudades. Bajo ellas Todas las ruinas del entusiasmo humano. Jamás lo entenderán. Ni ahora ni nunca será fácil la vida para el que entiende, Que la existencia no es tan simple, ni la historia un pedazo de mármol. Todo esto me entristece, porque damos vueltas, Como decía Eliot, al “espinoso peral”. Pero dejo a un lado las ruinas, los autobuses Que nos llevan al Coliseo Romano o a la Puerta Flamínea. Desde una mesa observo las piernas vivas de las jóvenes romanas.
Cómo son las cosas, cuántas semejanzas podemos hallar en ellas. Los bachiches que cayeron a nuestras playas, de ahí que Cauti o Geo recordaba el mote de bichicuma (gente que viene de la playa), fueron los chontriles de Europa, los desposeídos, obreros o campesinos emergentes que en el Perú hicieron la América, mientras nuestra oligarquía y sus hijos, tarados por el despilfarro, los vicios, el ocio y una falsa religiosidad, le corrían a la chamba como el cuerpo a la jeringa, según recordada frase del gran Atahualpa Yupanqui. Estos italianos empujaron carretillas de helados, abrieron cafés, restaurantes, comercios,manufacturas, para más adelante comprar inmuebles e invertir en la banca; su moderna visión los sacó de la miseria y les permitió, en determinados casos unirse a familias encopetadas. Vistas así las cosas, nadie negará que una experiencia semejante es la de los los andinos emergentes que, contra viento y marea, incrementan su presencia en el mercado y en la clase media. Historias de este tipo son las que hacen intransferible nuestra realidad y, por lo menos a mí, me llenan de orgullo y esperanza
Es verdad lo que dice el hispano Chapla. Hay mucho de coraje y hazaña en todos los migrantes. Pero va a pasar mucho tiempo para que abandonen su rusticidad que tanto me fastidia. Algún día (ya no estaré aquí) serán una burguesía nativa con algo de luces, educación y gusto. Y si no que se los lleve el diablo. Entretanto habrá que soportar esta Lima cada vez más chabacana y vulgar. Ciertamente, Kiko, el carpaccio que usted describe es boccato de cardinale. Ni más ni menos. Por supuesto que el kurdo maldecido preferirá el caviar negro, el de esturión. El es más elitista que yo y , contradictoriamente, más amigo del líder nacionalista Moe Bernardino Chapla de la Muña, más conocido como 'Arriba Perú', el hombre que vive orgulloso de Macchu Picchu, Gamarra, la gastronomía peruana, la selección peruana que fue a México 70, los huevos de Túpac Amaru, la gargante del Cholo Berrocal y las polleras de Pastorita Huaracina.
Borges se refería a los italianos que esperaban la llegada de otros tanos en el puerto de Buenos Aires como 'italiana mirón'. Pero, insistó Pikachú es un falso descendiente de bachiches, un estafador. El es, aunque no me crean, polaco-albanés. Le digo kurdo porque un bisabuelo se trasladó del Kurdistán iraquí a Polonia y luego a Albanía. Estos huevones son los indios de Europa.
Si voy a salir, Pikachu. Por lo demás, como tú sabes, conozco ya casi todo el mundo, me faltan solo algunos lugares. Yo viajo sobre todo por mi mujer y mi hija. Diviértete y gasta, avaro.
14 comments:
L'italiano è bellisimo come dice COQdante.
Agrego que no soy muy afecto al gelato, pero acabo de probar un fior de latte extraordinario resaltado con unas gotas de vinagre balsàmico tradicional de Modena (12 anos minimo). De tocar cielo, satanases.
El prosciutto de Parma y la mozzarela de bùfala son excepcionales y junto a una media botella de vino (por coco) hacen una cena perfecta, digna del paladar del venéreo oriental COQvladi.
Somiers, veteranos del colchón, sucedáneos de la alegría, jeropas contumaces, crolos, monos, chupíferos, eléctricos y curiches, sigamos disfrutando la vida hasta que tengamos cuerda, luego nos perderemos en el insondable universos, polvo de estrellas fuimos y volveremos a serlo
No hables de polvo que Yiriiiiin, COQviagra, Doc Moreno y Frente de mula se ponen saltones.
Apareció el hijo de la Uva. Ya era hora, conchetumadre. E vero: un gelato co aceto balsámico e suggestivo. Así algunos días implacable huarapero ví una sesión del programa de una extraordinaria repostera peruana de ancestros itálicos, la sra. Plevisani, donde agregaba a una mermelada de fresa un po de aceto balsámico, certamente di Modena. No lo he probado, pero me pareció a ojo de buen cubero un acierto. Yo tampoco soy muy afecto a los helados, ma la vanilla y la fior de latte me subyugan.
A pesar de las hondas, profundísimas, abisales diferencias de personalidad con el cosaco, hay puntos de encuentro como el gusto por estas cosillas. Recordaré cuando viaje a Italia en el futuro ese helado (se me hace agua la boca). La única vez que ho stato a Roma no mangé gelati. Pero eso sí me senté en la mesa en la que solía por las tardes beber un cóctel el gran Marcelo Mastroiani. Está, como no podía ser de otro modo en la Vía Véneto.
Supongo, kurdo errante, que es inevitable tu paso por Roma. Y entonces ti ricordo un poema:
RUINAS DE LA ROMA ANTIGUA (CRONICA DE VIAJE)
Los turistas almuerzan en Piazza Navona;
Algunos tienen la boca manchada de spaghetti al pomidoro,
Las mejillas sonrosadas por el Chianti.
Luego prosiguen con sus cámaras japonesas
Fotografiando el pasado,
Como si fuera una herida cerrada.
Desde tus huesos debes estar harto, Séneca,
Del ruido de las muchedumbres que nada comprenden:
En una ciudad están todas las ciudades. Bajo ellas
Todas las ruinas del entusiasmo humano.
Jamás lo entenderán.
Ni ahora ni nunca será fácil la vida para el que entiende,
Que la existencia no es tan simple, ni la historia un pedazo de mármol.
Todo esto me entristece, porque damos vueltas,
Como decía Eliot, al “espinoso peral”.
Pero dejo a un lado las ruinas, los autobuses
Que nos llevan al Coliseo Romano o a la Puerta Flamínea.
Desde una mesa observo las piernas vivas de las jóvenes romanas.
Que bien se trata Pirincho, carajo,
en buena hora.
Buen provecho, y no te vayas sin probar el Carpaccio de salmón con caviar rojo, limón y lechuga; light y exquisto.
En cuanto al gelato, me quedo con el de pistaccio y avellana, es de otro mundo.
Carajo ya no hablen de comida. Maqui, ya me jodiste con lo del carpaccio.
Cómo son las cosas, cuántas semejanzas podemos hallar en ellas. Los bachiches que cayeron a nuestras playas, de ahí que Cauti o Geo recordaba el mote de bichicuma (gente que viene de la playa), fueron los chontriles de Europa, los desposeídos, obreros o campesinos emergentes que en el Perú hicieron la América, mientras nuestra oligarquía y sus hijos, tarados por el despilfarro, los vicios, el ocio y una falsa religiosidad, le corrían a la chamba como el cuerpo a la jeringa, según recordada frase del gran Atahualpa Yupanqui. Estos italianos empujaron carretillas de helados, abrieron cafés, restaurantes, comercios,manufacturas, para más adelante comprar inmuebles e invertir en la banca; su moderna visión los sacó de la miseria y les permitió, en determinados casos unirse a familias encopetadas. Vistas así las cosas, nadie negará que una experiencia semejante es la de los los andinos emergentes que, contra viento y marea, incrementan su presencia en el mercado y en la clase media. Historias de este tipo son las que hacen intransferible nuestra realidad y, por lo menos a mí, me llenan de orgullo y esperanza
Benemerito Poeta, ese Carpaccio se salmón con caviar rojo es por derecho propio un legitimo Bocatto di Cardinale.
Es verdad lo que dice el hispano Chapla. Hay mucho de coraje y hazaña en todos los migrantes. Pero va a pasar mucho tiempo para que abandonen su rusticidad que tanto me fastidia. Algún día (ya no estaré aquí) serán una burguesía nativa con algo de luces, educación y gusto. Y si no que se los lleve el diablo. Entretanto habrá que soportar esta Lima cada vez más chabacana y vulgar.
Ciertamente, Kiko, el carpaccio que usted describe es boccato de cardinale. Ni más ni menos. Por supuesto que el kurdo maldecido preferirá el caviar negro, el de esturión. El es más elitista que yo y , contradictoriamente, más amigo del líder nacionalista Moe Bernardino Chapla de la Muña, más conocido como 'Arriba Perú', el hombre que vive orgulloso de Macchu Picchu, Gamarra, la gastronomía peruana, la selección peruana que fue a México 70, los huevos de Túpac Amaru, la gargante del Cholo Berrocal y las polleras de Pastorita Huaracina.
Borges se refería a los italianos que esperaban la llegada de otros tanos en el puerto de Buenos Aires como 'italiana mirón'. Pero, insistó Pikachú es un falso descendiente de bachiches, un estafador. El es, aunque no me crean, polaco-albanés. Le digo kurdo porque un bisabuelo se trasladó del Kurdistán iraquí a Polonia y luego a Albanía. Estos huevones son los indios de Europa.
Corrijo: italianaje mirón.
Crolo de tutta la vita: no saldras de Lima sino para cuando te entierren. Gasta desgraciado!
Si voy a salir, Pikachu. Por lo demás, como tú sabes, conozco ya casi todo el mundo, me faltan solo algunos lugares. Yo viajo sobre todo por mi mujer y mi hija. Diviértete y gasta, avaro.
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