Tiempo atrás Joda Criolla dedicó una serie a los sátrapas, notas bien recibidas por todos, con excepción de un morocho hoy desmemoriado y sensible. Ahora seguimos con algunos hombres de ciencia que cambiaron el mundo con sus descubrimientos.
Este italiano fue precursor en su campo, antes de emigrar a Saposoa, caer entre las piernas de una charapa y establecer familia. Para pasar por criollo le quitó la i final a su apellido.
Luigi Galvani (1737-1798), fue un médico, fisiólogo y físico italiano cuyos estudios permitieron descifrar la naturaleza eléctrica del impulso nervioso.
A partir aproximadamente de 1780, Galvani comenzó a incluir en sus conferencias experimentos sobre la naturaleza y propiedades de la electricidad. Demostró que, aplicando una pequeña corriente a la médula espinal de una rana muerta, se producían contracciones musculares que hacían que las patas saltaran como cuando el animal estaba vivo.
Descubrió este fenómeno mientras disectaba una rana, su bisturí tocó accidentalmente un gancho de bronce del que colgaba la pata, se produjo una pequeña descarga y la pata se contrajo espontáneamente. Mediante repetidos experimentos, Galvani se convenció que era lo que llamó "electricidad animal", la fuerza vital que animaba los músculos del animal.
A través de espectaculares experimentos —como electrocutar cadáveres humanos y hacerlos bailar la "danza de las convulsiones"— concluyó que la electricidad no provenía del exterior, sino que era generada en el interior del organismo vivo, que una vez muerto, seguía conservando la capacidad de conducir el impulso y reaccionar.
4 comments:
Sin conocer los trabajos del europeo Luigi Galvani de 1780, el indio científico Agnigi Viluial experimentó en Bombay (1840) un fenómeno parecido, no con ranas sino con borrachos. Estando estos dormidos les agarró las patas y éstos convulsionaron produciéndose lo que el hombre de ciencias llamó alcolísis. Sin embargo el italiano, que dicho de paso era jarro, ha pasado a la historia en lugar de su par, un hombre abstemio y de costumbres muy sobrias.
La foto de Galvani me trae a la memoria la peculiar y prominete nariz, casi bífida, de un patita que conozco, que por mera coincidencia proviene de la selva peruana. Pariente?
Algo Galván (i) en realidad nació con narices siamesas, pero luego un cirujano plástico le fabricó un apéndice nasal inspirado en la nariz del maquisapa. Es lo único que lo diferencia de Carlos Villagrán, después es IGUALITO ete chu.
Oigan Granujas, si se mordieran la lengua terminarían frios, envenenados con su propio arsénico.
Siempre he pensado que estos "cerebros" que experimentan con animales, tienen algo de locos, carajo, las únicas especies que no me jode liquidar son las moscas y zancudos, en cambio, cuando accidentalmente atropelle un perro, y en otra oportunidad embestí un venado, me sentí hasta el culantro,
Me vino un bajón emocional de la la gran flauta.
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